Leonor ya sabe que tendrá que reinar subida al carro real tirado por unos bueyes que no la obedecen: sus seis primos Borbón. Así no hay quien delegue. La infanta Sofía es, a estas alturas, la única Borbón en quien la princesa podrá confiar para representar la Corona sin miedo a escándalos. El otro candidato a ser un buen royal es Pablo Urdangarin. De momento, el catalán de Pedralbes tiene lo que hace falta: presencia, esencia y potencia. Es guapo, listo, trabajador, educado, amable, deportista, con pareja estable, una estudiante de Medicina catalana y de alta sociedad, y por si fuera poco Pablo habla con la prensa sin decir tonterías. Es el único que se salva de la pira donde queman los Marichalar y los otros tres Urdangarin que hacen años sabáticos y se buscan parejas inadecuadas, una multimillonaria venezolana o un primo de sangre. A Leonor, sin embargo, le queda otra rama de royals donde apoyarse: la Grecia.

Leonor si tiene que escoger amigas íntimas prefiere la rama plebeya de las primas, la Ortiz Rocasolano. Su prima Amanda, hija mayor de Telma, tiene su edad, forma parte de la Corte de Leonor y viajan juntas a Londres para pasar un fin de semana de pijas viendo en directo a Taylor Swift. Pero Amanda no tiene sangre azul y no podrá nunca representar a la Corona. Le queda la rama de los primos segundos, los hijos de los primos de Felipe de Borbón. El rey tiene primos royals por dos lados, los hijos de las infantas Margarita y Pilar, hermanas de Juan Carlos, y los hijos de Constantino de Grecia, hermano pequeño de la reina Sofía. El primo mayor de Felipe es Pablo de Grecia, casado con la enemiga de Letizia Marie Chantal Miller, y tienen cinco hijos: todos primos segundos de Leonor. La primogénita y los cuatro chicos: Olimpia de 27 años, Constantino de 25, Achileas 24, Odyseass de 19 y el pequeño Arístides de 16 años recién cumplidos:
Cualquiera de ellos hará mejor papel como primo de Leonor que los Marichalar y los Urdangarin pero especial atención merece al pequeño Arístides que cumplió 16 años el pasado junio y ha entrado directo en la corte de los príncipes europeos más deseados. Es guapo como Pablo Urdangarin, con los brackets para corregir la boca que en su momento también lució Leonor. Tiene este aire griego, rubio, mediterráneo, despeinado y con camisa azul limpia que lo hace fotogénico y amable. Leonor tiene un nuevo Pablo Urdagarin: Arístides de Grecia, su primo segundo. No hace falta que se lo ligue, no es como Irene Urdangarin que se enamora de un primo con el drama genético que comporta. Pero que considere a Arístides porque la Familia Real española tiene vacante la silla de primo de Leonor mínimamente presentable para el día de la boda, de la coronación o para los días laborables. Arístides, el otro Pablo.