La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Siempre ha dado todo por la corona, aunque hace algo más de una década, Felipe VI retiró las funciones institucionales a toda la familia. También dejaron de ingresar el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Era un movimiento totalmente necesario para salvar a la corona. De todos modos, la hija de la reina Sofía no se ha desvinculado del todo de la corona, siempre ha tenido un par de compromisos en la agenda. Los reyes la utilizan para aquellos actos a los que no quieren asistir, como los relacionados con la caza o los toros, o un concurso de pintura que entrega ella misma todos los años.
Elena de Borbón podría haber sido la reina de España si Juan Carlos I finalmente hubiese cambiado la Constitución y no hubiese tenido más hijos. Froilán sería ahora mismo el príncipe y futuro rey de España, y Victoria Federica la infanta. Sería algo bastante raro a día de hoy. La infanta siempre ha estado al lado de su padre, aunque nunca se la ha valorado porque ese cambio no se hizo por la sencilla razón que su padre no confiaba en ella.
La infanta Elena sufre por la salud de sus padres
Ahora mismo es la infanta Elena quien se ha volcado en el cuidado de su padre. Adaptó su vivienda para una persona con movilidad reducida, su idea es que Juan Carlos I termine viviendo con ella, aunque Felipe VI no piensa dejarle volver a Madrid de forma permanente. Ella ha conseguido que el emérito abandone Abu Dabi y se instale más cerca de España. Concretamente al país vecino, el marido de la reina Sofía vive en una mansión en la zona de Cascais, Lisboa, en Portugal. Allí ha pasado todo el verano con la infanta Elena.
La madre de Froilán y Victoria Federica quería que su padre estuviese más cerca de España porque cada vez que pasa el tiempo lo ve peor. Según las últimas informaciones, la salud del emérito es muy delicada aunque él intenta que se le vea bien. Hace décadas que hace frente a problemas de movilidad muy dolorosos por la artrosis que padece en su pierna izquierda, que permanece totalmente inmóvil. Debería utilizar una silla de ruedas, pero se niega en rotundo.
La infanta Elena sabe que su padre está muy mal, empieza a hacerse muy mayor y tiene mucho miedo de que fallezca completamente solo. Por ello está discutiendo en muchas ocasiones con Felipe VI por este motivo. Quiere a Juan Carlos I viviendo en casa.