Felipe VI vuelve a ser señalado. El jefe del Estado que dio el 3-O el discurso anti-independentista a favor de los abusos policiales, silenciándolos, ahora calla sobre el envío de cartas con puñales, balas y amenazas a diferentes líderes políticos. Un silencio que retruena en Zarzuela. El rey cada día más acosado no puede evitar que líderes políticos y prensa libre lo señalen. Pero no siempre ha sido así. Había un tiempo en que este mismo rey hacía detener a periodistas españoles y les enviaba a la cárcel. Este oscurísimo episodio lo recuerda Pilar Eyre en su blog de Lecturas.
Felipe de militar entre banderas rojigualdas que ha repartido previamente, Casa Real
La detención, juicio y prisión del periodista Carlos Hugo Arriazu se produjo el año 1996, cuando Felipe era príncipe y empalmaba novias. Convivía en Nueva York con la modelo norteamericana Gigi Howard. Escribe Eyre: "Las novias se sucedían a velocidad frenética, pero la prensa recibía serias advertencias, tanto de Moncloa como de Zarzuela, para no tratar su vida privada. En Georgetown conoció a Gigi Howard, una modelo de una belleza espectacular. Y se volvió loco por ella. 1'80 de medidas perfectas, voluptuosa, de larga melena hasta la cintura, sexi y liberada. Las fotos más fuertes se guardaron en un cajón".
Felipe y Gigi Howard (con gafas de sol) en NYC, GTRES
La prensa recibía amenazas de Zarzuela para no publicar nada. Y la amenaza se cumplió contra un paparazzi: "Un escarmiento. 'Alguien' (entre comillas) denunció que había realizado escuchas telefónicas ilegales a la muchacha, uno delito federal gravísimo, y estuvo un año en prisión, sin que Zarzuela hiciera la más mínima gestión para atenuar su condena. El periodista siempre se manifestó inocente e incluso envió una carta a Juan Carlos pidiéndole amparo que no obtuvo respuesta". Como una familia siciliana pero con corona. David Rocasolano, el primo que destapa las miserias de Letizia, también ha sido condenado a prisión en un caso silenciado que explicó EN Blau.
Felipe cara de asco, GTRES
Concluye Eyre: "La prensa tomó nota y ni la situación sentimental de Felipe, ni el escandaloso juicio contra el periodista, para el que se pedían 4 años, se mencionaron apenas en los periódicos españoles, a pesar de los esfuerzos del padre y los paparazzi. Las acusaciones contra los servicios secretos españoles entonces se consideraron descabelladas. La prensa fue complaciente, atemorizada o ingenua". Así se explica de dónde venimos, quién calló y lo más repugnante: quién sigue callando.