Máxima preocupación en Zarzuela. Felipe VI nunca ha querido contar toda la verdad de lo que sucede entre esas cuatro paredes. Hace unos meses se reunieron de urgencia los tres hijos de Juan Carlos I para hablar del futuro del emérito, pero también sobre la salud de la reina Sofía. El año pasado ingresó durante una semana de una supuesta infección en el tracto urinario. Un problema de salud que no tendría una gran relevancia. Sin embargo, parece que habría algo más que Casa Real escondería.

Hace tiempo que se habla de la posibilidad de retirar a la reina Sofía de la corona por su avanzada edad y sus achaques. En las últimas apariciones se le ha corregido algún que otro despiste y también se la ha ayudado a no caerse con algún tropiezo. Felipe VI creía que era conveniente dejarla descansar y quitarle todas las funciones institucionales, dándole un merecido homenaje por sus más de cincuenta años al servicio de la corona. Sin embargo, debido a las malas noticias que ha recibido en los últimos años que han mermado su estado anímico, el monarca ha creído que no era conveniente anunciar una despedida.
La reina Sofía preocupa a sus hijos, dan la voz de alarma
La reina Sofía ha continuado vinculada a sus funciones institucionales, además, Cristina, Elena y Felipe VI han intentado pasar más tiempo con ella para verla sonreír. La emérita está muy triste desde que falleció su hermano a causa de un derrame cerebral, casi no pudo despedirse de él. Pocos meses más tarde, para colmo, perdió a su pilar más importante, su hermana. Aunque está viva, padece Alzheimer, y la enfermedad ha avanzado tan rápido que ya ni tan siquiera recuerda el nombre de ella. Siente mucha pena y dolor y ni tan siquiera sale de la habitación cuando no tiene compromisos en su agenda. Ni come ni duerme bien. El personal de Zarzuela que está a su cargo son los primeros que alertaron a Felipe VI para que tomara medidas al respecto.
Pilar Eyre asegura que la reina Sofía nunca ha sido feliz, pero es un síndrome de los Borbón. “Su situación en estos momentos también es preocupante: me han contado que no duerme ni come, y llora mucho”, desvela. “Doña María, la madre de Juan Carlos, la muerte de su hijo Alfonsito la llevó a la depresión y el alcoholismo, Cristina y Elena han tenido una vida íntima muy desdichada, la infanta Margarita se ha visto privada desde su nacimiento del sentido de la vista y la otra hermana de Juan Carlos, doña Pilar”, respondió cuando le preguntaron poco antes de morir si volvería a vivir su vida: “¡no, por Dios, ha sido todo demasiado duro!”.
