Lo que parecía ser una historia de ascenso social silencioso se ha tornado en un escándalo de alto voltaje que sacude los pasillos más exclusivos de la Milla de Oro madrileña. Paloma Rocasolano, la hasta hace poco discreta madre de la reina Letizia, ha pasado de ser una figura casi anónima a convertirse en una presencia polémica entre las boutiques más prestigiosas del barrio de Salamanca.
Testigos discretos —pero escandalizados— aseguran que Letizia solía presentarse con su madre, recorrer las tiendas como si fueran un showroom personal y, sin pestañear, cargar con prendas de alto valor sin realizar pago alguno. El procedimiento era claro: seleccionaba varias prendas para ella y para su madre, y la tienda, entre el miedo y la resignación, tragaba en seco. La reina no solo se llevaba los looks que más le gustaban, sino que extendía la cortesía a Paloma, quien jamás pasaba por caja.

Boutique tras boutique, se instaló el temor al veto real
Ahora bien, aunque es común que las royals reciban prendas de cortesía por cuestiones promocionales, lo que irrita a las tiendas es que Paloma no ostenta ningún cargo ni rol oficial dentro de la institución monárquica. El caso más sonado tuvo lugar cuando ambas —madre e hija— visitaron una boutique insignia del lujo español. Letizia eligió varios modelos para sí misma, lo cual se considera parte del trato habitual con las marcas. Pero el escándalo estalló cuando Paloma se probó, eligió y se llevó sin pagar una colección completa, incluyendo bolsos, accesorios y ropa de temporada. La tienda, presionada por el prestigio de atender a la reina, optó por el silencio... pero no sin resentimiento.
Ante la creciente acumulación de “favores reales”, algunas tiendas decidieron actuar. Varias habrían enviado cartas directamente a la Casa Real exigiendo el pago de productos no abonados por Rocasolano. La respuesta, según afirman fuentes del entorno comercial, fue devastadora: veto total. Las tiendas que osaron reclamar vieron cómo sus nombres desaparecían de invitaciones a eventos oficiales o eran ignoradas por estilistas vinculados a Zarzuela. Y aunque otras boutiques han preferido callar, admiten sentirse acorraladas por una dinámica que las perjudica económicamente.

Paloma Rocasolano y Letizia enfrentan la mirada crítica del mundo del lujo y la moda exclusiva
Mientras tanto, Paloma ha intentado rehacer su vida lejos del ojo público, trasladándose a Murcia junto a su pareja Marcus Brandler. Sin embargo, su estancia en Los Belones no ha sido suficiente para alejarla del circuito de compras más privilegiado de España. Apenas un año después, ya prepara su regreso a Madrid, donde se especula que retomará sus visitas a las boutiques con más fuerza que nunca.
Hoy, Paloma Rocasolano tiene muy mala fama entre los comerciantes de lujo, una reputación que contrasta con su imagen de abuela tranquila y acompañante silenciosa de Letizia. Por su parte, Letizia tampoco se libra del ojo crítico. Se comenta que la Reina utiliza su estatus para conseguir modelos exclusivos sin coste alguno, práctica común en el marketing de lujo, pero que genera tensión cuando las marcas sienten que se están aprovechando de su imagen sin retribución clara.