Pablo Urdangarin tiene un sueño que no se acaba de materializar. El hijo de la infanta Cristina quiso seguir desde muy joven los pasos de Iñaki Urdangarin en el terreno deportivo. Querría ser uno de los mejores jugadores de balonmano. Dio sus primeros pasos con muchas esperanzas, ya que formaba parte de uno de los mejores equipos, el FC Barcelona, sin embargo tras no lograr destacar por los buenos jugadores del equipo, se marchó a un equipo más modesto, el CB Granollers. Sin embargo, tampoco ha logrado su propósito por ahora.

La pareja de Johanna Zott tiene mucha confianza en sí mismo y empieza a presagiar que existe una mano negra que le impide prosperar en el terreno deportivo. Es en el único lado donde tiene serias dificultades. Se frustra bastante aunque no deja de practicar y crecer.
Es curioso que la figura de Pablo Urdangarin genere mayor interés en el CB Granollers, se hable de él y no reciba ninguna oferta para otro equipo mejor o ni tan siquiera para formar parte de la Selección Española de Balonmano, uno de sus grandes sueños.
Pablo Urdangarin cree que Felipe VI y Letizia están detrás de su frustración
Por motivos difíciles de explicar, Pablo ha sido excluido de todas las convocatorias. A pesar de su talento en el balonmano, su amplia trayectoria y el respaldo de los medios, su teléfono permanece en silencio, lo cual le genera una profunda frustración. La pareja de Johanna Zott sospecha que detrás de esta racha de mala suerte hay alguien moviendo los hilos, una figura en la sombra. Iñaki Urdangarin también está convencido de ello y cree saber quién podría estar detrás.
Para Letizia y el rey Felipe VI, no resulta conveniente que Pablo Urdangarin acapare protagonismo en el mundo del balonmano. Existe una norma tácita dentro de la Casa Real: ningún Borbón debe sobresalir públicamente, deben mantener un perfil bajo, aunque figuras como Victoria Federica han ignorado esa regla. Al parecer, a Pablo no se le permite hacer lo mismo.
Es cierto que Pablo Urdangarin nunca ha tenido una excelente relación con los reyes, ni buena ni mala, simplemente se ha apartado de ellos por la falta de conexión y confianza. Sin embargo, el deportista, totalmente hundido, ha querido hablar seriamente con Felipe VI con mucha educación y le ha hablado sobre este asunto. Le pide por favor que le quiten el veto, esa supuesta mano negra que le impide crecer. Se lo ha dicho entre lágrimas, algo que habría conmovido al monarca.
