Leonor está contando los días para acabar la formación militar obligatoria como futura Jefa de Estado. Ser la reina de España no es algo sencillo. Uno de los requisitos son estos tres años en el ejército. Para poder heredar el trono en un futuro debe obtener las tres máximas condecoraciones de los tres ejércitos, y por tanto, el mayor rango de las Fuerzas Armadas, un título que hasta la fecha tan solo ostentan Felipe VI y Juan Carlos I, dos hombres. La princesa no quiso realizar esta etapa, Letizia la apoyaba, pero sabía perfectamente que era su deber y entendió a su padre. Parecía algo que no iba a acabar nunca y ahora en tan solo siete meses dará por concluida esta etapa y podrá empezar la universidad con jóvenes de su edad y con las mismas inquietudes.
La princesa ha pasado por el ejército de tierra, por la Armada y por el ejército de aire. En Zaragoza, en Marín y en Murcia, incluso ha navegado por Latinoamérica a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, una experiencia única. Ha aprendido mucho pero también ha sufrido. Para entrar en el ejército se necesita una nota elevada de selectividad, no cualquiera puede desempeñar esta formación, también por su exigencia y disciplina.
Leonor intenta llegar al nivel de sus compañeros pero es imposible, es muy disciplinada
Los alumnos pasan meses sin poder ver a sus familias ni amigos. Encerrados en un cuartel donde la exigencia es máxima. Unas reglas muy marcadas que tienen serios castigos si se las saltan. Felipe VI y Letizia pidieron a sus superiores que no se hiciese ninguna distinción con la princesa. No querían ningún trato de favor. Sin embargo, no es que se le esté haciendo un favor, es que ella no está preparada para esta formación y necesita recibir otro trato.
En su caso se han adaptado todos los cursos. Ahora mismo está en el ejército de aire con los alumnos de cuarto y quinto curso, cuando ella ni tan siquiera se ha formado en el primero. Mientras sus compañeros pilotan aviones, ella se queda en el simulador y con la supervisión de una instructora. Se han adaptado los programas a ella. Además, pase lo que pase, independientemente de su rendimiento, siempre va a recibir la máxima puntuación porque es externa a la del resto de reclutas, no afecta en nada. Por ello nadie tiene que enfadarse.
Oficiales de San Javier explican a sus familias cómo es Leonor, y también les cuentan que no hace nada de nada. Se salta todas las pruebas físicas porque no está al mismo nivel. Acaba siempre exhausta. Aunque aseguran que es muy disciplinada e intenta realizar todas las pruebas.
