La infanta Elena está viviendo un auténtico infierno. Desde que se divorció de Jaime de Marichalar y sus hijos perdieron la figura paterna, Froilán y Victoria Federica se le han ido de las manos. A la familia Real se le exige discreción y un comportamiento ejemplar, dos cosas de las que los dos jóvenes carecen. En más de una ocasión, la hermana de Cristina de Borbón se ha llevado un reproche por parte de Felipe VI, con quien la relación cada vez es más distante. La infanta Elena está amargada, y sola. Así se ha mostrado en los últimos actos, donde incluso ha llegado a encararse con algunos periodistas.

Pero no ha estado tan sola como ha hecho creer. La vida amorosa de la infanta Elena ha sido invisible a ojos públicos, pero ha existido. Desde que se divorció de Jaime de Marichalar, en 2009, no se le ha conocido ninguna otra relación, más allá de una profunda amistad con Luis Astolfi. Hace unos días se reencontraron en el Club Pineda de Sevilla. Se celebró el Campeonato de España de saltos para veteranos donde el equipo de la infanta se alzó con la victoria. La relación entre ellos es perfecta, pero solo se ven como amigos. En tres décadas nunca ha pasado nada más.

infanta Elena EFE
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El romance entre la infanta Elena y Luis Astolfi no funcionó por la presión mediática 

No obstante, se dice que durante unos años fueron pareja, pero nunca oficializaron la relación. Elena todavía no había conocido a Jaime de Marichalar. Ella era muy joven, tenía 23 años, y Luis Astolfi 27. Se les vio juntos por primera vez en el Rocío chico, en agosto de 1986. Empezaron a coincidir en muchos concursos hípicos. Y poco a poco compartieron otras aficiones. Se les vio fuera del terreno de juego. Aunque siempre iban en grupo, de esta forma intentaban ocultar su relación.

Luis Astolfi y la infanta elena
Luis Astolfi y la infanta elena

Surgieron los primeros titulares en revistas como “Tiempo” o “Época”: “Recta final de un noviazgo clandestino” o “Pasiones imposibles, amores difíciles”. Las revistas daban por confirmada la relación que ellos siempre habrían mantenido de una forma muy discreta. Era muy difíciles sacarles fotografías juntos. Los paparazzis tenían una difícil misión. Ninguna fotografía interesaba porque no demostraba absolutamente nada. Siempre estaban rodeados de amigos y si se encontraban más cómplices, ya estaban los escoltas para parar los pies a las cámaras. Eran los tiempos en los que se exigía el carrete y desaparecía para siempre sin dejar rastro, si no lo hacían nunca más la agencia o el medio tendría acreditación para acceder a actos institucionales.

Luis Astolfi quiso mucho a la infanta Elena, pero no estaba preparado para hacer frente a una vida tan mediática. Él era mucho más discreto. La hermana de Felipe VI estaba muy enamorada y exigía a Luis hacer pública su relación, pero éste se negaba en rotundo, así empezaron los primeros desencuentros que terminaron por dinamitar aquello. El jinete tenía una importante carrera deportiva y no estaba preparado para ser yerno real. Por esa presión empezaron a distanciarse. Un romance que duró tan solo tres años.