La muerte de Mohamed Al-Fayed, el segundo “suegro” de Lady Di, ocurrida el pasado 30 de agosto, ha desencadenado una batalla entre sus herederos que rivaliza con la trama de la popular serie de televisión 'Succession'. Los cuatro hijos del magnate – Jasmine, Karim, Camilla y Omar – todos fruto de su unión con la actriz finlandesa Heini Wathen, enfrentan el desafío de gestionar una herencia estimada en 2.500 millones de euros. Pero más allá de la riqueza, se esconde una historia de intrigas familiares y desavenencias.

Aunque Mohamed Al-Fayed tenía varios herederos, su hijo mayor, Dodi, ocupaba un lugar especial en su corazón y en su sucesión. Dodi Al-Fayed, recordado por su relación amorosa con Lady Di, falleció trágicamente junto a la princesa en un accidente de coche en el túnel del Puente de l'Alma en París, el 31 de agosto de 1997. La muerte de Dodi dejó una herida imborrable en el corazón del multimillonario egipcio, quien visitaba el mausoleo de su hijo en Surrey de forma regular.

Mohamed Al-Fayed también anhelaba ganar influencia en la alta sociedad británica, pero sus intentos chocaron con obstáculos significativos. Se le negó la nacionalidad británica en dos ocasiones, y su relación con la Familia Real se volvió aún más tensa cuando difundió teorías de conspiración sobre la muerte de la princesa Diana, en la que hizo graves acusaciones sobre la supuesta implicación de la Familia Real en el trágico suceso. Al-Fayed aseguró que Diana y Dodi fueron asesinados por un complot de los servicios secretos británicos MI6. Detrás de esto, según él, estarían Felipe de Edimburgo y la reina Isabel II.

Conflictos entre los hijos de Mohamed Al-Fayed

Por otra parte, los otros cuatro hijos de Al-Fayed, a pesar de su acceso a la alta sociedad y su participación en galas benéficas y eventos sociales, también han estado envueltos en conflictos familiares. Camilla y Omar, los dos hijos menores, protagonizaron una reciente lucha judicial. Omar afirmó que el esposo de su hermana, el empresario sirio Mohamed Esreb, lo agredió durante una reunión familiar en la propiedad de Surrey. Omar buscó una indemnización de 120,000 euros ante los tribunales, alegando que la agresión ocurrió durante una discusión familiar durante el confinamiento de COVID-19 en 2020. Camilla, por su parte, acusó a su hermano de estar bajo la influencia de drogas. Ante esto, Omar reveló en una entrevista con el Daily Mail, que era víctima de una “batalla de poder entre hermanos”. A pesar de que el juez les instó a resolver sus diferencias en privado, aún no está claro si esta reconciliación ha tenido éxito.

El futuro incierto del legado Al-Fayed

Mohamed Al-Fayed acumuló una impresionante cartera de negocios, incluyendo los almacenes Harrods, el Fulham F.C., el Hotel Ritz de París, una finca en Escocia, una vasta colección de Rolls-Royce, arte y apartamentos de lujo en Londres y Nueva York, además de su mansión en Surrey. Se espera que los hijos de Al-Fayed opten por vender el conjunto de negocios y repartirse el dinero, un proceso relativamente sencillo en el Reino Unido. Sin embargo, la complejidad podría aumentar debido a la gestión de los negocios del empresario a través de una intrincada red de sociedades en paraísos fiscales como Bermuda, Liechtenstein y Luxemburgo. La muerte de Mohamed Al-Fayed ha dejado no solo una vasta fortuna, sino también un legado de conflictos familiares y secretos financieros que aún deben ser resueltos.