La expectativa por la posible aparición de Meghan Markle en Londres para la celebración especial de los Juegos Invictus ha quedado en el aire, ya que la duquesa de Sussex ha optado por apoyar a su esposo, el príncipe Harry, desde Estados Unidos. Aunque se había especulado sobre su participación en el evento que conmemora el décimo aniversario de los juegos fundados por el príncipe, finalmente no se materializará su presencia en el Reino Unido.

La jugada económica que se derrumba

La decisión de Meghan de permanecer en casa se traduce en un revés económico para la ex actriz de 'Suits', quien tenía la esperanza de capitalizar su visita al Reino Unido mediante la venta de sus experiencias a algún tabloide dispuesto a pagar hasta 500.000 dólares por una exclusiva. Consciente del potencial lucrativo de su participación, especialmente en un momento en que la Familia Real enfrenta desafíos con los diagnósticos de cáncer de Carlos III y Kate Middleton, Meghan planeaba convertir su visita en un evento mediático. Sin embargo, su entrevista, que podría haber sido comparada con su polémica charla con Oprah Winfrey, no podrá realizarse. Mientras tanto, el príncipe Harry sí asistirá a la celebración del décimo aniversario de los Invictus Games, evento que fundó en 2014 con el apoyo de la reina Isabel II para honrar a los miembros activos y veteranos heridos de las fuerzas armadas.

El príncipe Harry honra su compromiso mientras Meghan se queda en casa

El duque de Sussex asistirá a un servicio especial de "acción de gracias" en la catedral de St. Paul el próximo miércoles 8 de mayo. Este evento, que ha sido anunciado en las redes sociales de la fundación, contará con la presencia de otras personalidades destacadas y colaboradores activos de la fundación, como el actor Damian Lewis. Mientras tanto, Meghan Markle permanecerá en California junto a sus hijos, Archie y Lilibet, hasta la vuelta de su esposo. Sin embargo, a finales de mayo, está previsto que la pareja viaje juntos a Nigeria en un viaje programado. La participación de Meghan en los Invictus Games siempre ha sido destacada desde que comenzó su relación con el hijo pequeño de Carlos III. Sin embargo, en esta ocasión, la seguridad de su esposa y sus hijos ha sido una preocupación constante para el príncipe, quien ha tenido que enfrentarse a dificultades legales relacionadas con la protección policial en el Reino Unido.

La decisión del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec) en febrero de 2020 de no proporcionar protección financiada por fondos públicos a la familia del duque de Sussex cuando esté en el Reino Unido ha generado controversia y conflictos legales. Esto ha llevado a que Meghan y los niños no acompañen al príncipe en sus viajes al Reino Unido, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. De este modo, el deseo de Meghan de convertir su visita al Reino Unido en un lucrativo negocio mediático tendrá que esperar. Mientras tanto, el príncipe Harry continuará honrando su compromiso con los Invictus Games, manteniendo viva la llama de esta importante causa fundada junto a su abuela, la fallecida reina Isabel II.