Si hay alguien que sabe mucho de Casa Real no es otro que Jaime Peñafiel. En su día fiel escudero de Juan Carlos I, ahora uno de sus mayores enemigos. El cronista habla de la famosa enfermedad bucal que padece Leonor. Como se ha comprobado en muchas de sus apariciones públicas, a la hermana de Sofía le faltan los dos colmillos superiores a causa de la agenesia, una enfermedad hereditaria que provoca la ausencia de piezas dentales. No obstante, la princesa está inmersa en un tratamiento para ponerle solución cuanto antes.

Cuando una adolescente tenía los colmillos de leche, pero una vez que se le cayeron nunca le aparecieron los permanentes. Leonor está trabajando con el uso de brackets y gomas. Con la ortodoncia se podrá cerrar ese espacio por la ausencia del diente, pero para que la sonrisa sea funcional y estética, en muchos casos se debe colocar un implante, como es el caso de Leonor. Sin embargo, los implantes no se pueden colocar hasta que no cumpla la mayoría de edad. Generalmente, se recomienda no hacerlo hasta los 23 años, ya que hasta esa fecha los cuerpos todavía se encuentran en crecimiento.

Leonor
Leonor

“No es que se le haya caído un diente o muela sino una patología congénita, aunque parece haber un factor hereditario. La agenesia puede ocasionar problemas funcionales tales como en la masticación y en la salivación. El tratamiento consiste en abrir esos espacios y ubicar en los mismos unos implantes colocando una raíz artificial y una corona dental, aunque el recurso de los implantes no está recomendado hasta después de los 18 años”, explica Peñafiel.

Leonor colmillos superiores
Leonor colmillos superiores

Letizia se sometió a la ortodoncia invisible para mejorar su sonrisa 

Aprovechando la futura intervención de Leonor, Jaime Peñafiel revela algunas operaciones estéticas de sus padres, aunque Letizia solo ha confirmado la rinoplastia para solucionar unos problemas de salud. “Sin ser Borbón, sino Ortiz, Letizia tenía la barbilla bastante pronunciada y no es uno secreto que se ha realizado numerosos tratamientos, uno de ellos la ortodoncia invisible”. Y sobre Felipe comenta que: “Le falta más luz y color y su sonrisa a veces parece fría y apagada por culpa de unas piezas dentales de diferente color. Lo más recomendable sería una ortodoncia invisible para corregir esa leve malposición o apiñamiento y un posterior blanqueamiento o carillas de porcelana, ya que se ven algo amarillos”.

Por su parte “Doña Sofía no tiene un puente y Don Juan Carlos no padece el prognatismo tan característico de los Borbones”, dice Peñafiel.