Hay una cita que la reina Letizia no se pierde nunca: la Feria del Libro de Madrid. La asturiana, lectora voraz, es feliz hojeando, removiendo y escogiendo entre los chiringuitos, llevándose a casa un montón de novelas, ensayos y todo lo que recoge. El año pasado por estas fechas, con motivo justamente de esta feria, la revista Vanitatis se preguntaba si la reina paga los libros que se lleva o si se los regalan. "¿Se debe algo"?, va preguntando. Y después se acerca a los puestos una persona de protocolo para decir cuánto tienen que pagar y en todas partes siempre reciben la misma respuesta: un no rotundo. Y es que para muchos, no siempre se tiene la oportunidad de regalarle un libro a Letizia.

Este año, tres cuartos de lo mismo. La mujer de Felipe ha vuelto a ir hacia allí, nuevamente sin su marido, a quien no se le conoce una pasión extraordinaria por la lectura, y se ha vuelto a marchar hacia casa cargada de libros. Ha sido este viernes, y la mencionada publicación se ha fijado en un detalle, y es que este año, la pregunta que más se repetía de la boca de las personas de protocolo que acompañaban a la monarca era la misma: "¿Tienen una bolsa de papel para los libros?". Letizia ha ido desfilando, y detrás, como un séquito, los miembros de protocolo y seguridad, "como si fueran parte de una coreografía ensayada, iban recogiendo cada ejemplar que Su Majestad seleccionaba y pidiendo algo para guardarlos: una totebag, una bolsa de papel, lo que tuvieran los libreros a mano".

Con las bolsas llenas, los encargados de vigilar el botín literario eran dos jóvenes "que se encargaban de custodiar los libros en algún punto intermedio hasta que doña Letizia terminara su recorrido y se los pudieran hacer llegar. Porque, aunque su trayecto ha durado más de una hora, no va cargada. Eso sí, se los lleva. Y no pocos". Letizia, quedándose a charlar con los libreros, escuchando sus recomendaciones, escogiendo títulos, mientras a un palmo, dos miembros de protocolo yendo cargándolo todo. Una de las preguntas que han oído decir a muchos clientes, un modus operandi habitual de curiosos una vez pasaba la reina por algún estand, ha sido "¿Qué se ha llevado? Para después comprarlo yo".

"En esta edición, marcada por el hilo conductor de Iberoamérica, la reina se ha detenido, más que nunca, en casetas pequeñas, editoriales independientes, proyectos que apuestan por la literatura como acto de resistencia". ¿Qué se ha llevado?: Por ejemplo, 'Alcaravea', de Irene Reyes-Noguerol. La descripción más curiosa, sin embargo, de Letizia y de su visita a la Feria del Libro, la ha dejado caer la directora, Eva Orúe, que aparte de elogiar sus conocimientos ("En una de las paradas me ha mostrado un libro y ha hecho un comentario técnico sobre la encuadernación que me ha descolocado") ha dejado una qué paradas visita y cuáles no: "Entre Casa Real y nosotros lo negociamos. Luego ella se para donde le da la gana, y hace bien, y la gente la para donde quiere".