Se han dicho mucha cosas acerca de la educación que la reina Letizia inculca a sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Y en este sentido, se dice que la consorte siempre ha sido bastante estricta con las jóvenes.

Entre otras normas, se comenta que Letizia les ha prohibido usar las redes sociales, les limita el tiempo que pasan delante del ordenador o la televisión, y tampoco pueden usar el teléfono móvil como les viene en gana.

Asimismo, algunas fuentes también han hablado de la alimentación, señalando que siempre tuvieron prohibidas las chucherías, que eran sustituidas por frutos secos. Y también tenían vetados los fritos y los procesados, obligándolas siempre a seguir una dieta basada en verduras, purés, pescados y frutas.

Revelan las normas de disciplina que siguen Leonor y Sofía en Zarzuela

Una serie de detalles a los que José Apezarena habla en su nuevo libro ‘Los hombres de Felipe VI’. Un trabajo que el autor ha elaborado a partir del testimonio de personas cercanas a Casa Real y también de muchos de los protagonistas que aparecen en el relato. Y entre sus páginas, también hay lugar para la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Por ejemplo, habla de la disciplina que muestran, aunque Letizia y Felipe intentan que vivan con normalidad. “No estamos rodeados de camareros con librea que nos sirven en bandeja de plata: somos humanos, somos mortales, somos como cualquier matrimonio de nuestra edad”, escribe Apezarena.

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Antes de dar dos besos, una reverencia

Asimismo, Felipe VI siempre les ha dejado muy claro que en su casa “hay tres palabras que no se pueden pronunciar: 'No me apetece’”. Sobre todo cuando se trata de la alimentación. Y en este episodio cuenta una anécdota en la que Sofía no quería comerse un plato de verduras, pero intervino Leonor con una frase que dejaba claro que las exigencias de Letizia sobre el menú de la casa real habían causado efecto. “Tómatelo, que tiene acelgas y son antioxidantes”, le habría dicho la princesa a su hermana.

Aunque la disciplina no se limita a la intimidad. También a los actos públicos. De puertas para dentro se tratan como una familia normal, pero de puertas para fuera hay protocolos que se mantienen. Por ejemplo, Leonor y Sofía deben hacer una reverencia a sus padres antes de darles dos besos. “Son las niñas mejor educadas que he visto”, señala en el libro un alto cargo de palacio.