Letizia habría ejercido un control estricto sobre la educación y la trayectoria de Leonor desde su nacimiento. Según diversas fuentes, existe una dinámica de supervisión intensa que acompaña cada presencia mediática de Leonor. Lo cierto es que se habla de vídeos de actos institucionales que el personal de Casa Real habría utilizado para revisar y discutir el desempeño de la joven.
Hay grandes diferencias en los rasgos de personalidad entre Letizia y Leonor, en particular entre la percepción de la monarca sobre la necesidad de perfeccionismo y el comportamiento más relajado de su hija. La Casa Real tiene protocolos, roles y normas de representación. Por lo que no estaría fuera de lugar que el heredero tuviera que someterse a ciertas prácticas institucionales, con el fin de cumplir con los objetivos que exige su rol público.

No obstante, ciertas informaciones mencionan unos mecanismos de dirección y revisión del proceder y la formación de la joven ‘royal’, atribuidos a la reina y a su gestión del palacio. Estos gestos pedagógicos no parecen estar motivados por las razones correctas, de hecho, podrían llegar a ser excesivos y generar más problemas de los deseados. Seguramente, el rey Felipe VI tuvo una formación distinta en cuanto a su trayectoria como heredero.
Los métodos extremos de Letizia para instruir a Leonor
La afirmación central es que Letizia habría mostrado vídeos de actos en los que participaba la princesa de Asturias para analizarlos y mejorarlos de manera exhaustiva. Este ejercicio no sería bien recibido por su primogénita, ya que se describen tensiones en la relación entre madre e hija. En especial, esto se debe a que Leonor no sería tan perfeccionista y obsesiva como lo podría parecer ella. Esas ideas se enmarcan dentro de una lectura crítica sobre estilos de liderazgo y educación autoritaria.
En un sentido metodológico, la idea de revisar y corregir actuaciones públicas no es ajena a prácticas de apoyo y mentoría que pueden existir en familias públicas. Sin embargo, la idea de que esta costumbre haya sido extrema y que podría haber afectado de forma negativa a Leonor entra en un terreno delicado. Así pues, es legítimo explorar y cuestionar las prácticas de educación de figuras, sobre todo cuando se trata de un heredero al trono y una familia con una fuerte presencia internacional.

El debate sobre la relación entre Letizia y Leonor es cada vez más evidente desde que la próxima en ser nombrada reina es adulta. A la par, está el hecho de haber tenido que separarse de sus padres para realizar sus estudios en el exterior, vivir en compañía de otras personas y sin estar bajo la atenta mirada de su progenitora todo el tiempo. Es un nuevo tipo de independencia al que no querría renunciar. Y es que, desde la comida, la exclusión de compartir espacio con determinados familiares, la vestimenta y muchos otros son los detalles cuidadosamente autorizados. ¿Será que estas diferencias se verán resueltas? ¿O la joven tendrá que someterse a lo que decida su madre?