Antes de convertirse en la reina consorte de España, Letizia Ortiz era una joven asturiana más, criada en una familia de clase media con veranos sencillos, recuerdos compartidos y tardes de piscina. Aunque la Casa Real ha procurado mantener bajo llave todo lo relacionado con su pasado, algunos fragmentos de esa vida anterior siguen saliendo a la luz. Uno de ellos, especialmente entrañable, la muestra en bañador, disfrutando del verano con sus abuelos, Paco y Kety.

Lejos de los protocolos, los trajes de gala y la rigidez institucional, Letizia vivía sus veranos rodeada de afecto familiar y costumbres humildes. Según ha contado su primo, el abogado David Rocasolano, en su libro Adiós, Princesa, aquellos días estaban marcados por la sencillez. En una de las fotos inéditas mencionadas en el libro, Letizia aparece con apenas 15 años, luciendo un bañador verde, sonriente y despreocupada, posando junto a su abuelo Paco, su primo David y sus hermanas Telma y Érika.

Letizia de adolescente en bañador
Letizia de adolescente en bañador

Una Letizia desconocida por el público

En ese retrato se ve una Letizia muy distinta a la que conocemos hoy. Con el cabello suelto y expresión natural, transmitía una belleza que, según su primo, era "completamente auténtica". Rocasolano recuerda en su libro que, a pesar de su atractivo, Letizia siempre tuvo complejos físicos, que, con el tiempo, la llevaron a someterse a varios retoques estéticos. “Nunca comprendí sus inseguridades”, escribe.

Lo cierto es que la familia Ortiz Rocasolano no nadaba en la abundancia. Con recursos limitados, los planes del verano eran económicos. Los días giraban en torno a la figura central de los abuelos, especialmente del abuelo Paco, un hombre que, como relata David, fue el “eje de toda su infancia”. Su casa era punto de encuentro y la piscina el gran evento del verano.

Paco con Letizia y Felipe
Paco con Letizia y Felipe

Veranos humildes, pero felices

La conexión emocional entre Letizia y sus abuelos se mantuvo a lo largo del tiempo. De hecho, cuando se casó con el entonces príncipe Felipe, fue ella misma quien se aseguró de que Paco y Kety ocuparan un lugar privilegiado entre los invitados. Para Paco, ver a su nieta convertirse en reina fue una mezcla de orgullo y emoción. Ese momento cerró un ciclo: la niña que jugaba a ser reportera frente al espejo ahora estaba en el centro de todos los focos.

Hoy en día, Letizia ha ordenado que no se den a conocer los destinos vacacionales de la familia para evitar que le tomen fotos en bikini. Lo hizo desde que, cuando ya formaba parte de la monarquía, fue retratada en traje de baño de forma indiscreta. Sin embargo, ni el poder ni el protocolo podrán borrar las fotos de esos veranos en bañador con sus abuelos.