¿Y si alguien de Casa Real se encuentra detrás de esta campaña de desprestigio que se ha iniciado contra Letizia en estos últimos meses? Esta es la pregunta que se hace ella misma y ha utilizado sus contactos para averiguarlo. La monarca sospecha de Juan Carlos I, ya que ambos han sido enemigos reconocidos. El emérito siempre a culpado a su nuera de sus problemas. Ella es quien tuvo la última palabra a la hora de exiliarlo a los Emiratos Árabes, la gran humillación que ha sufrido en su reinado.

Letizia se ha quedado totalmente sola, sin ayuda, tal y como opinó Pilar Eyre en TV3. Es como si esta campaña de desprestigio estuviese aceptada por la misma Casa Real, incluyendo a Felipe VI. “Yo ahora lo que veo es que Letizia sufre una soledad enorme. La reina está siendo atacada y se están diciendo cosas de ella que le tienen que hacer mucho daño como mujer y como reina. No veo que nadie de su familia, ni su marido ni los monárquicos salgan a defenderla”, afirma Eyre.
“La cosa es que ella está ganando popularidad hacia Felipe y esto no es bueno para la monarquía. No me extrañaría nada que uno de los papeles del jefe de la casa real fuera realzado la figura de Felipe y opacar el papel de Letizia porque lo que quieren es salvar la institución”, con estas palabras cobra fuerza la teoría.
Letizia ya no da órdenes ni en su casa, se ha quedado sola
Letizia siempre ha sido definida como una mujer fría y calculadora, demasiado controladora. Y muy ambiciosa, por ello aceptó convertirse en reina. Pero ahora se ha visto su lado más vulnerable. La reina se ha quedado totalmente sola, sin apoyos. Ya los Borbón le dieron la espalda cuando formó parte de la corona, no la querían por plebeya. Ahora ha sido su propio marido y sus dos hijas, por lo menos de cara a la institución. Casa Real obliga a Felipe y Leonor a distanciarse de ella en actos institucionales para no enturbiar la imagen de ellos.
Las únicas personas que siguen a las órdenes de Letizia desde que Jaime del Burgo rompió su silencio en sus redes sociales, es el servicio del Pabellón del Príncipe y sus escoltas. Aunque no lo hacen por un amor a Letizia, sino porque cobran. El personal de servicio tiene mucho aprecio al rey, pero no a ella. Nunca se ha portado bien con sus trabajadores. Si a día de hoy no les pagara, se irían por donde han venido.
