Letizia y Felipe VI han tenido muchos problemas en su matrimonio por culpa de los Borbón. La reina sabe que nunca la aceptaron dentro de la institución por el mero hecho de ser una plebeya, pero juró que se vengaría cuando tuviese ocasión. Era conocedora de las fechorías de Juan Carlos I y sabía que algún diría caería por su propio peso. Por ello, el emérito la culpa de todos sus problemas. De hecho, cree que su hijo hubiese sido incapaz de hacerle abdicar, y mucho más de exiliarle a miles de kilómetros de España, es demasiado “calzonazos”, como siempre le han dicho sus amigos.
Los reyes no iban a pretender que el marido de la reina Sofía pusiese en riesgo a la corona, por ello se tomó esa seria decisión. Sin embargo, después de cinco años en el exilio, el emérito ha retado a su hijo con quien la relación es más tensa que nunca. Demandó a Miguel Ángel Revilla sin consultar a Casa Real con la única intención que Felipe VI cediese a sus deseos. Juan Carlos I estaba dispuesto a abandonar Abu Dabi para instalarse en algún lugar más cercano. Desde el pasado mes de julio viviría en Lisboa, en la zona de Cascais, a tan solo una hora en avión de Madrid y a una hora en coche de la frontera.
Juan Carlos I reúne a sus amigos y familiares y hace una fiesta en Sanxenxo
Aún la rabia de Letizia, Felipe VI ha dado luz verde al traslado de Juan Carlos I. Aunque el emérito empieza a cogerse demasiadas confianzas pensando que ha ganado la batalla. Esta semana ha vuelto a poner un pie en España, concretamente en Sanxenxo, donde es recibido con los brazos abiertos. El exmonarca practica con su embarcación para participar la próxima semana en el Campeonato del Mundo que se celebrará en Nueva York, viajará acompañado por la infanta Elena.
Antes de marcharse, con motivo de los 50 años del inicio de la monarquía, Juan Carlos I ha querido realizar una batea de mejillones para celebrar en alta mar esta fecha tan importante para él y para España. A bordo de varios jets privados acudirán familiares y amigos. Una reunión discreta que ha molestado a Felipe VI y Letizia, ya que siempre le han pedido absoluta discreción en sus visitas a España.
Letizia ha discutido nuevamente con Felipe VI por no decirle a sus padres las cosas claras. Casa Real está teniendo que realizar esfuerzos dobles para frenar escándalos del emérito, ya que la última noche acabó algo perjudicado entre vino y otras bebidas alcohólicas. Una imagen que habría sido muy comentada.
