La aventura a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano está a punto de finalizar. Queda poco más de un mes para que Leonor vuelva a casa. Cinco meses de navegación por toda Latinoamérica que concluyen esta semana con Santo Domingo, en República Dominicana. La semana que viene pondrá rumbo a Estados Unidos, Nueva York, último país de esta formación militar con la Armada. En esta ocasión, la princesa no apareció dando la bienvenida en puerto en la cubierta del barco mientras agitaba su gorra, sino que atendía las instrucciones de un superior desde la torre de mando, un privilegio para los jóvenes estudiantes.

En breve la princesa celebrará junto a sus compañeros el paso del ecuador. Es una tradición centenaria en la que se invierten los roles, es decir, los marineros cogerán el timón y los tenientes limpiarán la cubierta, todo esto mientras Neptuno da la bienvenida a quienes cruzan por primera vez esa línea invisible que divide hemisferios.
La princesa también ha desconectado con sus compañeros por Santo Domingo. Hasta el próximo día 24 tiene días libres y descubre la ciudad con visitas culturales y gastronómicas. Pueden moverse por donde quieran siempre y cuando estén a la hora acordada en el buque escuela. Leonor nunca puede ir sola y es que le acompañan sus escoltas. En este viaje le han acompañado un total de cinco, que se dividen para poder descansar. Normalmente siempre lleva un mínimo de dos escoltas en el servicio.
Los escoltas dan señales de agotamiento en este viaje
Estos han sido los que se han quejado recientemente por agotamiento. Esta travesía a bordo del buque escuela es un nivel de exigencia enorme. Además, la princesa no para quieta y es muy difícil seguirle el ritmo. Tienen que intentar que no se haga pública ninguna situación comprometida, y eso a veces es misión imposible. Tres de los cinco escoltas fueron despedidos por Letizia cuando se filtraron las fotografías de su hija en bikini en una playa y un centro comercial publicó imágenes de sus cámaras de seguridad vulnerando la privacidad e intimidad de las personas.
Aunque es la princesa de Asturias, futura reina de España, ella se comporta igual que sus compañeros. Vive alejada de sus padres y se siente con mayor libertad. Por ello los escoltas tienen un trabajo aún mayor que en Zarzuela. En Santo Domingo ya ha salido de fiesta después de cenar y se la ha visto beber vodka y fumar, unas imágenes que nuevamente los escoltas han podido evitar para que de esta forma solo sean rumores y no se pueda confirmar absolutamente nada.
