La princesa Leonor se enfrentó a un nuevo desafío en su vida el 17 de agosto de 2023 al ingresar a la Academia General Militar de Zaragoza para su formación militar con el ejército de tierra. Este primer año de instrucción representa una etapa crucial en su camino hacia el liderazgo como futura Jefa de Estado. A pesar de la presión y las expectativas, Leonor demostró valentía y determinación en su primer día, siempre sonriendo junto a sus padres, Letizia y Felipe, y también su hermana, la infanta Sofía.
Sin embargo, la realidad de la formación militar ha resultado ser un desafío considerable para Leonor. No está acostumbrada al rigor y la intensidad de este tipo de entrenamiento, lo que ha requerido un esfuerzo adicional por su parte y la atención constante de sus padres. Y aunque tanto Letizia como Felipe han intentado que no reciba un trato preferencial, pues así lo pidieron a los altos cargos de la Academia, Leonor ha necesitado algo de ayuda para superar algunas de las pruebas que realizan los cadetes.
La princesa Leonor, respeto total hacia los animales
La princesa Leonor se ha mantenido activa en su entrenamiento, participando en todas las actividades físicas y psicológicas requeridas. A pesar de recibir algunas ayudas para enfrentar las pruebas, su preparación física y mental ha sido fundamental para enfrentar los desafíos del programa, demostrando su compromiso con su formación militar y su futuro como líder.
No obstante, hay algo a lo que la futura reina se ha negado. Durante su entrenamiento militar, se filtraron imágenes de los cadetes aprendiendo a usar armas como el fusil de asalto FUSA HK.Se trata de una arma fabricada en España y Alemania, que puede disparar 750 veces por minuto y que puede llevar hasta lleva un lanzagranadas. Y en ellas también aparecía Leonor manipulando uno de ellos.
Sin embargo, la heredera no apareció en las imágenes donde se veía a los cadetes disparando. El motivo es simple: se negó a disparar. Su negativa a utilizar armas se debe a su profundo respeto por la vida animal, en marcado contraste con la tradición por la caza de su abuelo, Juan Carlos I, y con su pasión por las armas desde que jugaba con su hermano cuando eran pequeños.
Leonor, una más en la Academia Militar
A pesar de las dificultades, Leonor ha logrado integrarse exitosamente en su grupo de compañeros, compartiendo habitación y espacios comunes con otros cadetes. Aunque cuenta con un séquito compuesto por una tutora y un profesor particular, mantiene una dinámica social igualitaria, evitando situaciones incómodas y resguardando su privacidad.