Leonor cumplirá el próximo mes de octubre 20 años y ya es una joven que ha entrado en la madurez, incluso antes que las personas de su edad debido a la responsabilidad que le otorga la corona. No es una persona a la que se le pueda engañar fácilmente. Tal vez durante su infancia Felipe VI y Letizia la han engañado con algunas cosas, como la verdad sobre su matrimonio, pero ahora ve con sus propios ojos y entiende todas las situaciones. Hace dos años, justamente unos meses antes de cumplir la mayoría de edad, reapareció en la vida de la familia alguien muy familiar para ella. Jaime del Burgo reapareció como un fantasma del pasado para destapar uno de los secretos mejor guardados en Zarzuela. Los monarcas no dieron explicaciones a los españoles porque es un tema de su vida privada, pero lo hicieron con sus dos hijas. Ambas querían saber la verdad de toda la información que estaban diciendo en aquellos turbulentos meses. Y es que fue en primera persona el propio Jaime del Burgo quien asegura que Letizia fue infiel a Felipe VI con él durante varios años. Una relación extramatrimonial que se descubrió en 2012, cuando los reyes sufrieron una fuerte crisis, el verdadero motivo de su ruptura, y no la situación de la corona, que tampoco ayudaba. Pero lo peor es que Leonor empezó a tener dudas, como todos los españoles, si Leonor era hija de Jaime del Burgo. Y es que Jaime Peñafiel se atrevió a dar una información muy dañina según sus fuentes.

Letizia y Jaime del Burgo / TV3
Letizia y Jaime del Burgo / TV3

Según relata Maica Vasco, la princesa Leonor llamaba cariñosamente “Tito” a Jaime del Burgo. A simple vista no parecía raro: al fin y al cabo, este hombre había sido pareja de Telma Ortiz, la hermana de la reina Letizia. Lo que ya suena más delicado es que, en alguna ocasión, la pequeña llegó a referirse a él como “papi”. Un detalle que habría sacado de quicio a Felipe VI, porque el único padre era él, y no Jaime. Pero la explicación parece sencilla: Del Burgo pasaba largas temporadas con Letizia cuando Leonor era todavía una niña, y acabó ocupando un espacio demasiado importante en su vida.

Los vínculos de este abogado con la familia real venían de antes y eran más profundos de lo que muchos sospechaban. Desde el nacimiento de Leonor y Sofía, su presencia en Zarzuela fue casi constante. No solo se le veía cerca de la reina, sino implicado en cuestiones personales que iban mucho más allá de una simple amistad. Existen fotografías donde se aprecia esa proximidad: Leonor charlando tranquilamente con él o incluso caminando de su mano, como si fuera alguien de la familia.

Jaime del Burgo era uno más en Zarzuela 

Con el paso del tiempo, cuando la princesa descubrió la realidad que se escondía detrás de esa relación, el golpe fue fuerte. Sentirse rodeada de secretos y medias verdades, especialmente de parte de su madre y de Jaime, le habría generado una gran decepción.

En paralelo, Vasco lanza una visión demoledora sobre el matrimonio de Felipe y Letizia. Asegura que nunca existió amor entre ellos, sino un pacto desde el primer día. Una unión de cara a la galería, mientras en privado hacían vidas separadas. La periodista cree que Felipe necesitaba una mujer para cumplir con el deber institucional y garantizar un heredero. Y Letizia aceptó el acuerdo a cambio de privilegios y de convertirse en reina.

La historia se complica aún más si tenemos en cuenta lo que vivió Leonor en su infancia. Según informan, una profesora llegó a hablar con los reyes porque la niña aseguraba tener “dos papás”. Oficialmente, Felipe y Letizia seguían juntos, pero en realidad ella ya pasaba fines de semana, vacaciones y noches en compañía de Del Burgo. Para la princesa, la presencia del abogado acabó convirtiéndose en la figura de un segundo padre.

Jaime del Burgo y Letizia Ortiz en Roma / Gtres
Jaime del Burgo y Letizia Ortiz en Roma / Gtres