Leonor ha vuelto a casa por unos días. El pasado fin de semana abandonó su aventura a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, pero solo de forma temporal. Sus compañeros continuarán hasta España durante las próximas tres semanas, ella, por su parte, viajará a Canarias este sábado para incorporarse durante dos semanas a la fragata Blas de Lezo de la Armada. Una vez finalice la formación volverá al buque escuela justo cuando llegue a Gijón y terminará toda la etapa hasta Marín a mediados de julio.

Esta aventura con la Armada ha sido una de las más complicadas, y es que la princesa ha tenido serios problemas. Hay que recordar que ella solo recibió tres meses de instrucción, a diferencia de sus compañeros que estuvieron tres años preparándose. Durante los primeros días hasta su llegada a Brasil sufrió fuertes mareos y vómitos y tuvo que confinarse en su camarote perdiéndose algunas clases. Además, ha tenido que lidiar con la presión mediática, una tarea muy complicada.
Casa Real siempre la ha protegido en España, pero a miles de kilómetros de casa se hacía mucho más difícil. Solo contaba con la ayuda de cinco escoltas que se turnaban para estar todo el día pendientes de ella. Los paparazzi lograron engañar a la seguridad y consiguieron las esperadas fotografías de la hermana de Sofía en bikini en una playa de Montevideo. Solo hay unas imágenes que Zarzuela consiguió frenar, y son aquellas en las que aparece fumando.
Letizia se ha encargado de limpiar la imagen de la corona y proteger a sus dos hijas. La estrategia que ha seguido ha funcionado con notable éxito, Leonor es la mejor valorada de toda la Casa Real, incluso se ha desatado el fenómeno ‘Leonormanía’ a nivel mundial.
Letizia quiere evitar que se sepa que Leonor fuma
La reina quiere hacer creer que su hija es una joven perfecta y que se cuida, pero realmente es como las jóvenes de su edad. No solo se la ha visto en más de una ocasión beber alcohol y saltarse la dieta con la comida rápida, sino que también fuma. Su madre también tiene la misma adicción, pero intenta ocultarla, no está bien que una monarca fume. Solo lo hace en momentos de estrés y ansiedad. Se esconde en un lavabo y coge su cigarro de emergencia. En el caso de la hija de Felipe VI, no fumaba tabaco sino cigarros electrónicos, vapeadores.
Muchos testigos la han visto fumar, pero esas fotografías nunca han visto la luz, como tampoco la de Letizia, de esta forma nadie puede confirmar que sea verdad.
Tanto Letizia como Leonor empezaron un tratamiento muy estricto para liberarse de la nicotina. En el caso de la princesa es una persona muy joven y futura reina. Debe quitarse este vicio que molesta tanto a su madre.
