Murcia vibra los fines de semana. Las luces, la música y el bullicio de Las Atalayas, la zona más famosa de discotecas de la región, se han convertido en el punto de encuentro de cientos de jóvenes. Entre ellos, según varios testigos, la princesa Leonor. La heredera al trono, en su segundo mes de formación en la Escuela del Aire de San Javier, habría aprovechado su permiso para disfrutar de un rato de ocio lejos del cuartel.

Su presencia no pasó desapercibida. Discreta, con ropa informal y un grupo reducido de compañeros, la princesa se habría mezclado con los demás cadetes que cada fin de semana llenan los locales más conocidos de la zona. Fuentes próximas a la academia aseguran que su comportamiento fue ejemplar, aunque no todos los presentes siguieron su ejemplo. Las fiestas en el entorno de Las Atalayas y de la zona universitaria suelen ser intensas, con botellones y música hasta el amanecer.

Leonor
Leonor

Leonor aprovecha al máximo los permisos en la Escuela del Aire de San Javier

En San Javier, los permisos de salida comienzan el jueves por la tarde, siempre que no haya sanciones ni maniobras pendientes. Leonor cumple con las mismas normas que sus compañeros. Se levanta a las 6:45, desayuna temprano y asiste a clases teóricas hasta el anochecer. Pero cuando llega el fin de semana, las ganas de desconectar son inevitables.

La princesa, según confirman fuentes cercanas a Zarzuela, necesita esos momentos de respiro. La rutina militar es dura, especialmente ahora que afronta la parte más exigente de su formación. La Escuela del Aire es la etapa más complicada de su paso por las Fuerzas Armadas. No solo por la carga académica, sino por un detalle que pocos conocían: Leonor tiene fobia a las alturas. Volar un avión de instrucción, incluso con un instructor, representa un verdadero desafío personal.

Por ahora, sus clases son teóricas. Aprende aerodinámica, navegación y seguridad. Pero pronto tendrá que enfrentarse a nuevos retos más exigentes. Hasta entonces, cualquier distracción, por pequeña que sea, le ayuda a liberar tensión.

La princesa Leonor en San Javier Casa Real2
La princesa Leonor en San Javier Casa Real

Leonor libera tensiones en Las Atalayas

En Las Atalayas, los rumores vuelan rápido. Algunos aseguran haberla visto salir de una de las discotecas más conocidas; otros, que solo paseó por la zona junto a sus compañeros antes de regresar a la residencia militar. Desde la Casa Real no se ha hecho comentario alguno. El silencio es total, como siempre ocurre cuando la vida personal de la princesa entra en el terreno civil.

Mientras tanto, la imagen de Leonor sigue dividida entre la disciplina y la juventud. Cumple con su deber militar, soporta la presión de ser futura jefa del Estado y, a la vez, busca normalidad. En Murcia, entre los uniformes, los simuladores y las noches de permiso, intenta mantener ese difícil equilibrio entre el deber y la vida propia de una adolescente. Una vida que, a veces, se detiene por unas horas bajo las luces de Las Atalayas, donde la princesa, como cualquier otra joven, solo quiere respirar un poco de libertad.