Juan Carlos I está muy enfadado con Felipe VI, y viceversa. El exmonarca está cansado de que se le menosprecie. No quiere continuar viviendo solo en Abu Dabi. Ya ha pasado cinco años en el exilio a miles de kilómetros de su país y cree que ya debería volver, pero eso no depende solo de él. Su hijo no está dispuesto a dejarle vivir de nuevo en España, y mucho menos en Madrid. Suficiente tiene con las visitas a Sanxenxo para participar en las regatas. Siempre le ha pedido máxima discreción, pero él no ha cumplido con la parte del trato. Hace un par de meses volvió a ponerse en boca de todos cuando decidió, por su propia cuenta, demandar a Miguel Ángel Revilla. Casa Real se desvinculó totalmente de su último movimiento al no ser ni tan siquiera conocedora de ello. Intentó que diese un paso atrás, pero está ya muy cansado. Quiere que se deje de dañar su imagen y que nadie se olvide de la importancia de su figura en la transición.
El emérito sabe que no puede volver a su casa, Zarzuela, pero tampoco quiere vivir a kilómetros de distancia, por este motivo Juan Carlos I estaría buscando una casa cerca de España. Se hablaba de Suiza, donde tiene contactos, incluso por ahora aún vive la infanta Cristina y regaló una casa a Marta Gayà. También de Sanxenxo, donde se le podría buscar una casa con total privacidad e intimidad, sin acceso a las cámaras. Pero finalmente será Portugal.
Juan Carlos busca mansión en la zona de Estoril y Cascais
Juan Carlos I ha sido visto ya en varias ocasiones en la zona de Estoril y Cascais en estas últimas semanas y aseguran que estaría buscando una mansión para instalarse a partir del próximo mes de agosto. El padre de Felipe VI dejaría de esta forma Abu Dabi para siempre, y ahora solo tendría que cruzar la frontera, en menos de una hora, para poner un pie en España.
El marido de la reina Sofía tiene 87 años y varios problemas de salud, especialmente de movilidad. Sabe que su final está cada vez más cerca, y por ahora la muerte es algo que nadie puede comprar, por este motivo quiere estar más cerca de los suyos, tanto familiares como amigos, y de su país. Quiere morir en España y ser enterrado en El Escorial. Sería una deshonra que su cuerpo fuese repatriado desde los Emiratos Árabes. Además, le dolería mucho acabar así después de sus años sirviendo a España. Felipe VI lo tendría mucho más fácil para trasladar a su padre a un hospital español cuando se pusiese enfermo.
El pasado fin de semana participó en las regatas de Sanxenxo y nuevamente viajó a Portugal antes de marcharse. Su círculo cercano continúa sin desvelar los futuros movimientos del emérito, pero está claro que busca casa en zonas del país vecino.