No hay tarambana mayor en los Borbones que Juan Carlos. Y decimos tarambana por no llamarle caradura. Porque el emérito, aparte de no pegar un palo al agua y dilapidar fortunas, tiene la poca vergüenza de hacer ver que se portará bien, que es una persona obediente, que hará caso... sin darse cuenta de que con su última decisión, le está tomando el pelo al personal. Desde que su padre lo envió con billete solo de ida a Abu Dhabi, para que se esté tranquilo, no moleste y no meta más la pata de lo que lo ha hecho toda la vida, parece como si Juan Carlos no hubiera entendido la indirecta: que se quede allí y no moleste ni haga avergonzar a su hijo y su nuera. Pero Juancar, lejos de estarse quietecito, ahora dice que quiere ir a vivir aGinebra (donde están su hija la infanta Cristina y una de sus examantes, Marta Gayá).
Pero no es solo eso: es vergonzoso cómo sigue creyéndose por encima del bien y del mal y siempre que le apetece, hace las maletas y vuelve a España, concretamente a Sanxenxo, para seguir pasándole la mano por la cara a los ciudadanos y seguir haciendo lo que le gusta: ir de regatas, subir a un barco y tener comidas pantagruélicas con su grupo, el cuartel general, como él les llama. No se da cuenta (o no se quiere dar cuenta), de que eso, esta imagen, ya nos indigna. Y que tanto da que se porte bien, que solo el hecho de seguir viniendo a cuerpo de rey y estar con sus amigotes ya nos irrita. Pero es que además, lo que es peor, la condescendencia y el pensarse que el resto de los mortales nos mamamos el dedo.
Explica Monarquía Confidencial que el rey probablemente ya haya llegado a España. Lo haya hecho o esté a punto de hacerlo, no ve la hora de meterse hasta arriba de marisco y vinito y subir a bordo del Bribón para ir al mar. "Don Juan Carlos está aquí", han confirmado fuentes de su entorno al citado medio. Sea como sea, el fin de semana lo tendremos en Sanxenxo para practicar vela y reunirse con su tripulación para competir en regatas. Explica el citado medio que "una serie de imprevistos han provocado una reestructuración en la ruta", como la de ir a Vitoria a que lo vea su médico de cabecera, “En sus últimos viajes a España ha previsto realizarse pruebas médicas, con el fin de confirmar que todo está en orden”. Pero las fuentes dicen que Juan Carlos, a pesar de encontrarse bien de salud, no quiere hacer locuras. Por eso, este año "no tiene en mente planes fuera del domicilio de su amigo. Juan Carlos I necesita descansar. Pasa muy buenos momentos aquí, pero prefiere centrarse en acudir únicamente al Club para subirse al Bribón”.
“El plan del emérito apunta a que va a ser casero. La postura del padre de Felipe VI es la de no realizar salidas nocturnas", limitarse a hacer comidas en lugar de cenas. No, si encima le tendremos que dar las gracias. Quizás así se piensa que será ejemplar. Lo que sería ejemplar es que se quedara quieto en los Emiratos Árabes. ¿O es que las horas y los kilómetros de viaje no cuentan? ¿O es que no es bastante sacudida hacer un viaje como este? Pues resulta que el padre de Felipe, para parecer un santo varón, dice que solo saldrá para ir a navegar y para ir a comer, sin entender que eso ya es criticable. Que si no quiere dar una mala imagen, ya que es incapaz de reconocer todos los escándalos que ha protagonizado, lo que tendría que hacer, si tuviera un mínimo de decencia, es quedarse quietecito en Abu Dhabi. Ni comidas, ni regatas, ni leches. Y que no nos sirve que vaya haciéndose el ejemplar ahora que vuelve a Sanxenxo.