Juan Carlos I y Felipe VI tuvieron una fuerte discusión hace algo más de un mes cuando el emérito decidió tomarse la justicia por su mano. El monarca le exilió hace casi cinco años por sus polémicas. Necesitaba apartarle del foco mediático para salvar a la corona, sin embargo, no ha hecho otra cosa que dar que hablar. El marido de la reina Sofía no quiere ser olvidado. Se siente menospreciado y ninguneado, incluso por su propio hijo. Ha decidido interponer demandas para que dejen de dañar su imagen, supuestamente asesorada por la infanta Elena. Juan Carlos I demandó a uno de sus amigos durante su reinado, Miguel Ángel Revilla.
El popular político recibió esta demanda como un jarro de agua fría. Siempre ha hablado del emérito en los programas de televisión en los que ha participado y ha escrito varios libros sobre él. Ha contado en ellos todo lo que se ha dicho en los telediarios. No es la única persona que ha escrito sobre Juan Carlos I, pero por ahora el único que ha recibido una demanda. A Juan Carlos I no le ha salido muy bien su estrategia. Cierto que ha conseguido que se entere todo el mundo, pero el político ha recibido el gran apoyo de la ciudadanía y los famosos, algo que se ha vuelto en su contra. Revilla consiguió que también demandase a Corinna Larsen, pero solo fue una cortina de humo, porque retiró la demanda a los pocos días.
Juan Carlos I no tiene intenciones de retirar la demanda a Miguel Ángel Revilla
Felipe VI ha castigado a Juan Carlos I por su actitud. Le pidió que eliminase la demanda contra Miguel Ángel Revilla o no volverá a España de forma permanente nunca más. Al emérito ya no le van esas amenazas. Sabe que a sus 87 años no tiene nada que perder y no volverá a vivir en su país, aunque piensa hacerlo muy cerca, como Portugal. Está cansado de vivir en Abu Dabi y encima completamente solo. Tiene miedo a morirse solo y que su cuerpo sea repatriado.
Juan Carlos I ha hablado seriamente con Felipe VI y le ha pedido que le pida perdón por todo el daño que le ha hecho o no retirará la demanda e interpondrá más. Es una decisión que ahora mismo está en su tejado. No le pide que lo haga públicamente, pero sí delante de su cara. Él se ha tenido que arrastrar en muchas ocasiones, y ahora pide que sea al revés. El marido de la reina solo quiere proteger su honor, nunca haría daño a la corona de su hijo.
