La presencia de Juan Carlos en España se ha vuelto cada vez más habitual, hasta el punto de que ya no sorprende ni genera el interés que solía despertar en el pasado. De hecho, algunas de sus visitas han dejado de ser cubiertas por los principales medios de comunicación, lo que refleja el éxito de la estrategia que Felipe VI, junto con su madre, ha intentado implementar. Su objetivo es claro: alejar al rey emérito del foco mediático y hacer que sus visitas se vuelvan tan comunes que pierdan relevancia. A largo plazo, la intención es que Juan Carlos regrese de manera permanente a España, ya que sería un deshonor que falleciera lejos de su tierra natal. No obstante, la situación es delicada, ya que la presencia del exmonarca en España podría complicar asuntos fiscales debido a su fortuna, lo que afectaría negativamente a las infantas Elena y Cristina en términos de herencia.

Juan Carlos I
Juan Carlos I

Sin embargo, la salud de Juan Carlos se ha deteriorado notablemente, y su avanzada edad agrava estos problemas. Recientemente, ha pasado más tiempo en Ginebra que en Abu Dabi, lo que sugiere que podría estar considerando establecerse allí. Ginebra tiene la ventaja de estar más cerca de la infanta Cristina, y los desplazamientos para sus amigos y familiares serían más cortos y cómodos. Incluso para él, sería una ventaja, ya que podría llegar a España en menos de dos horas en un avión privado, evitando los largos viajes que le resultan agotadores debido a su edad.

Los problemas de salud de Juan Carlos no son nuevos; desde hace años, ha lidiado con diversas complicaciones, especialmente relacionadas con su movilidad. Ha sido sometido a varias cirugías de cadera, pero sin mostrar una mejora significativa. Ahora, se le ve en silla de ruedas y, aunque debería usarla constantemente, él se resiste a hacerlo, especialmente frente a las cámaras. Para sobrellevar el dolor, ha solicitado a sus médicos de confianza que le administren analgésicos, lo que le permite apoyarse en un bastón y en su escolta en lugar de usar la silla de ruedas.

Juan Carlos, problemas de movilidad y pequeños olvidos, preocupación en Zarzuela 

Lo que más preocupa a sus hijos, Cristina, Elena y Felipe, no es solo su movilidad, sino un diagnóstico más alarmante: Juan Carlos ha comenzado a mostrar signos de una enfermedad degenerativa, similar a la demencia senil. Aunque no se trata de Alzheimer, presenta características parecidas, como olvidos frecuentes y una tendencia a recordar más los episodios del pasado lejano que los acontecimientos recientes. Estos síntomas han encendido las alarmas en la familia, ya que indican que no puede seguir viviendo solo ni tan lejos de sus seres queridos. La enfermedad probablemente avanzará, y su estado de salud seguirá empeorando, lo que hace urgente tomar decisiones sobre su futuro.

Juan Carlos I todavía no asimila la realidad, no ve que su final está cada vez más cerca y ya no es aquel hombre tan poderoso. No queda nada del anterior rey de España. A día de hoy se somete a revolucionarios tratamientos con plaquetas y células madre, pero esto por ahora es una solución a corto plazo para una leve mejoría. El emérito acabará sus días en una silla de ruedas, los médicos ya se lo han comunicado tanto a él como a sus hijos.

Juan Carlos Sanxenxo EP
Juan Carlos Sanxenxo EP