Juan Carlos I llegó a Abu Dabi en agosto de 2020. Fue Letizia quien animó a Felipe exiliar a su padre. Las últimas polémicas habían salpicado drásticamente a la corona y la actual reina no podía permitir que su hija no reinase en el futuro. Así que el emérito desapareció de España. El marido de Sofía tiene muchas ganas de volver, y más desde que acudió al funeral de Constantino de Grecia y la reina Isabel II. Se ve muy mayor y no quiere morir fuera de su familia ni de su país, sería una deshonra.
El monarca se encuentra en una villa de lujo, pero no es tan feliz como parece, aunque cuente con todas las comodidades y lujos del mundo. Parece que Juan Carlos I empieza a perder todos los apoyos, ya no es nadie importante y no tiene ningún control. Su imagen ha quedado totalmente dañada. Íñigo Palacio, el embajador de España en Emiratos Árabes Unidos, evita a Juan Carlos I y le fuerza a presentar instancia para cualquier trámite en la Embajada, tal y como revela el que fuera Comisionado para la Marca España en el Gobierno anterior y amigo del Rey Emérito, Carlos Espinosa de los Monteros. Según su opinión es un maltrato al anterior jefe de Estado. En Abu Dabi el rey es como cualquier otra persona. No tiene ningún tipo de facilidades. De hecho, según De Palacio, el embajador no saluda al emérito cuando coinciden en algún acto. La relación entre ellos es totalmente nula.
Según un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, no existe ninguna instrucción por parte del titular del Departamento, José Manuel Albares, al embajador en Emiratos de no recibir ni tener trato con Juan Carlos I.
Juan Carlos I quiere cambiar su residencia
Sin un destino claro, Juan Carlos I se encuentra en trámites con la Agencia Tributaria de España para formalizar su cambio de residencia fiscal, ya que pasa más de 183 días fuera del Estado. Según El Mundo, tras pagar 5 millones a Hacienda en dos regularizaciones por una fortuna no declarada y de la que no ha facilitado hasta ahora ninguna explicación. Si cambia su residencia fiscal desaparecería del foco de la Agencia Tributaria, algo muy positivo para su imagen y la de la corona.
Para quien no le conozca, De Palacio es un importante diplomático con un extensa carrera. Dio sus primeros pasos en 1983. Trabajó en la embajada de Serbia y Chile, aunque también sirvió en otras legaciones diplomáticas españolas.
Ha trabajado en el sector privado como director de Relaciones Institucionales de Indra entre 2014 y 2021, en una gran parte de su etapa fue presidente Fernando Abril-Martorell. Albares recuperó a De Palacio cuando llegó al Ministerio en 2021. Lo designó en septiembre como nuevo embajador en Emiratos. En aquella época Juan Carlos I llevaba un año en Abu Dabi.