Jaime de Marichalar hace muchos años que se desvinculó totalmente de la corona. En su caso él si que quería perder de vista a los Borbón. Se divorció de la infanta Elena pero en su caso no pidió ni un solo euro por su silencio, solo quería que le dejasen en paz. Ni tan siquiera mantuvo contacto con la madre de sus hijos por Froilán y Victoria Federica. A los jóvenes les ha faltado en gran parte su figura paterna en su adolescencia.
El exduque de Palma ha vivido siempre en el barrio de Salamanca en un lujoso triplex que ya adquirió cuando estaba con la infanta Elena. El hombre es muy discreto con su vida privada. No aparece en ninguna fiesta ni event privado, solo en aquellas que organizan sus amigos, la firma Rabat, pero no quiere fotos en el photocall. Tampoco se le conoce ninguna pareja oficial, aunque se le ha visto en muchas ocasiones acompañado por buenas amigas, como Veva Longoria, Marisa de Borbón o Cristina March.
Jaime de Marichalar se alejaría de Madrid
Ahora mismo tendría planes de futuro porque a su edad acaba de poner a la venta su lujosa casa de 500 metros cuadrados y con piscina individual en el barrio de Salamanca. Vivió con la infanta Elena y sus dos hijos unos dos años, hasta que se anunció el “cese de la convivencia” de forma oficial. Este piso de dos plantas, ático, varias plazas de garaje, ascensor directo y pocos vecinos, que desde hace tiempo el propietario quiere vender, fue una compra exclusivamente de Marichalar, con el dinero que recibió de una tía suya, lo invirtió en la vivienda.
“Hubiera sido una torpeza y muy feo por su parte. Lo único que se llevó fueron muebles y recuerdos de familia que aportó al matrimonio. Desde hace unos años Jaime quiere desprenderse de él, porque es demasiado grande. Solo utiliza parte de la casa y ya no da cenas como antes. Al pasar más tiempo fuera de España, su vida social la tiene en París, en Italia o en Nueva York, donde sigue acudiendo a sus citas con el doctor Valentín Fuster, que fue quien le trató cuando sufrió el ictus y con el que mantiene una sólida amistad. Victoria vive con su madre y Froilán cuando está en Madrid suele quedarse en casa de algún amigo”, cuentan a Vanitatis.
Jaime de Marichalar pide 10 millones de euros por su vivienda. “Lo que pasa es que el precio que comentaba en privado era demasiado alto. Más de diez millones de euros. Los únicos que lo pueden comprar son familias venezolanas, mexicanas o colombianas que una vez que controlan el barrio de los Jerónimos están adquiriendo propiedades en este barrio. El tener acceso directo por el garaje es un atractivo. Esta gente está acostumbrada a esa seguridad”.
