A la reina Isabel II le habría entristecido mucho ver como se le retiraban los títulos y honores al expríncipe Andrés, su hijo favorito. Ella nunca habría tomado esa decisión, por ello, aunque se sabía que estaba vinculado a los turbios episodios pedófilos de su amigo Jeffrey Epstein, no hizo nada, ni lo hubiese hecho si aún estuviese viva. Pero Carlos III, como actual monarca, se ha visto en la obligación por las presiones sociales y familiares. Camilla Parker y Kate Middleton le habrían obligado a redactar el comunicado donde se anuncia que se le retiran todos los títulos y honores, y deberá abandonar en la mayor brevedad posible su residencia, la Royal Lodge.

El príncipe Andrés y Carlos III
El príncipe Andrés y Carlos III

Carlos III no quiere tener a su hermano lejos, porque se había barajado la posibilidad de que se marchase a Abu Dabi para alejarle del foco mediático. Tampoco piensa dejarle con una mano delante y otra detrás. Se cree que financiará su vida con su propio dinero en secreto, dicen que para que mantenga la boca cerrada.

El expríncipe Andrés se ha visto vinculado a muchos escándalos, todos relacionados con el tema sexual. De hecho, el rey Carlos III le ha ofrecido la residencia favorita de la reina Isabel II para vivir a partir de ahora. El palacio de Sandringham, a tres horas de Londres. Un lugar que él conoce a la perfección porque allí también organizaba fiestas sexuales.

Las fiestas que organizaba el expríncipe Andrés en Sandringham 

Según el libro Windsor Legacy, escrito por el periodista Robert Jobson, el festejo, en la residencia real de Sandringham, fue organizado por Andrés en honor al cumpleaños número 39 de Ghislaine Maxwell, entonces pareja de Jeffrey Epstein.

Públicamente se dijo que era “un fin de semana de caza”, pero el personal de servicio no es precisamente lo que vio. Según el autor del libro, que recoge testimonios del personal de Palacio, cuando fueron al día siguiente a limpiar las estancias encontraron preservativos, lubricantes y poppers, sustancias utilizadas para intensificar las experiencias sexuales, según relata Daily Mail.

El expríncipe Andrés siempre ha estado vinculado a este tipo de escándalos. Ambientes inapropiados para cualquier persona, pero mucho más para un miembro de la Familia Real británica.

La presencia de Epstein en propiedades reales no era excepcional en aquella época, pero la naturaleza de esta celebración ha sido descrita como "inquietante" por fuentes cercanas a la Casa Real.

Según otro asesor de Palacio que le acompañaba en sus viajes oficiales, el expríncipe Andrés siempre recibía mensajes de mujeres jóvenes y atractivas, la mayoría de ellas muy jóvenes.

palacio sandringham
palacio sandringham