En Zarzuela a estas horas están con la emoción a flor de piel, nerviosos e impacientes por su día grande, el Día de la Hispanidad, ellos que se ponen siempre la rojigualda y la unidad de España en la boca a la mínima de cambio. El patriotismo más rancio de las españas saldrá a las calles y llenará el Palacio Real. ​Casa Real ya informa de que "Sus Majestades los Reyes acompañados por Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía presidirán el acto solemne de homenaje a la Bandera Nacional y el desfile militar que se celebrará en la Plaza de Lima. Posteriormente, los Reyes ofrecerán en el Palacio Real de Madrid la tradicional recepción conmemorativa del Día de la Fiesta Nacional"... Sólo falta la cabra de la Legión y ya estaríamos todos.

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Desfilada 12-O / Europa Press

La hispánica recepción conmemorativa del 'Día de la Fiesta Nacional' proporcionará el habitual besamanos, que ya sabemos que a Felipe no le está permitido dar besos al personal. Una recepción por donde irán desfilando los diferentes invitados después del desfile militar de la mañana. De desfile en desfile y tiro porque me toca. El caso es que al Palacio Real irán los poderes del Estado, del Gobierno de la Nación, presidentes de Comunidades Autónomas, grupos políticos, del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial, del Tribunal Supremo, del Consejo del Estado, del Tribunal de Cuentas, de la Fiscalía General del Estado, y Defensor del Pueblo, así como diferentes personalidades, procedentes de todas las esferas sociales de la vida pública nacional. Un paripé institucional de traca.

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Felipe y Letizia / GTRES

A los invitados se les invita, valga la redundancia, con una invitación. Una de aquellas institucionales y protocolarias donde el Borbón "tiene el honor de invitar a la recepción que, con ocasión del día de la Fiesta Nacional, ofrecerán Sus Majestades los Reyes en el Palacio Real de Madrid" a la una y cuarto del mediodía, con el preceptivo sello real y toda la pompa ceremoniosa y con tufo de naftalina. Pero alguien les tendría que decir que el software informático que tienen para expedir la invitación está más anticuado que la propia institución monárquica, que ya es decir. Alguien les tendría que decir que se tendrían que modernizar un poco, porque si no, corren el riesgo de tener gestos poco sensibles con la comunidad LGTBI. Detalles feos con algunos invitados, como a un hombre y su marido, a quién le han hecho llegar la invitación al uso que envían siempre y que no distingue entre parejas heterosexuales u homosexuales. Tal como informa la experta en imagen de TV3, Patrycia Centeno, un hombre y su marido han recibido la invitación donde a uno de ellos se les tilda de "señor don" y al otro de "señora doña"...:

Como dice ella, "al acompañante le asignan trato de “señora” porque “el software considera que si se trata de un varón irá con una mujer…”  Son un anacronismo, pero podrían disimular mejor"