En todas las Casas Reales hay algún escándalo por ocultar. En la española a Juan Carlos I por sus relaciones extramatrimoniales y sus supuestos fraudes fiscales, en la británica con los abusos sexuales del príncipe Andrés, al que desde la semana pasada ya le han retirado todos los títulos y honores, y en la noruega a Marius Borg, de tan solo 28 años. Acusado de cuatro violaciones, pudiendo llegar a ser condenado a 10 años de cárcel.

Esta última polémica ha afectado considerablemente a la Casa Real noruega. Por ahora toda la familia guarda absoluto silencio. Ahora mismo todas las miradas están puestas en la futura heredera, la princesa Ingrid Alexandra, de 21 años. La hija de Haakon y Mette-Marit ha concedido una entrevista a la cadena pública desde Sydney, algo que no suelen hacer en otras casas reales donde se mantiene ese muro infranqueable, y mucho más si es para hablar de ciertas polémicas.
La joven princesa ha hablado para ‘NRK’, medio al que reconocía que ha “tenido muchísima suerte de haber estado tan protegida en Noruega y por la prensa noruega durante tantos años”. Pero a los noruegos no les ha gustado que decidiese marcharse a Australia para formarse en la universidad.
Reconoce que no es fácil vivir fuera de casa en estos momentos tan complicados en el que la corona se ha visto salpicada por el escándalo de su hermano Marius. Sobre esto, Ingrid reconoce que “es difícil. Tanto para los que estamos cerca, para mí como hermana, y para mi madre y mi padre. Y por supuesto para todos los afectados por el caso”. Reconoce que hace poco fue ella quien evitó que se quitase la vida.
Ingrid de Noruega está preocupada por la enfermedad de su madre
Es conocedora de toda la trama pero por ahora pide respeto y prefiere no pronunciarse al respecto. Prefiere que la justicia tenga la última palabra.
También ha querido mostrar su apoyo a su madre desde la distancia, y no le ha importado a hablar del estado de salud de su progenitora. La matriarca padece fibrosis pulmonar, una enfermedad que le ha obligado a retirarse de sus obligaciones institucionales. “La princesa heredera necesita más descanso y su rutina diaria está cambiando más rápidamente que antes”, explicaban desde la Casa Real en un comunicado.
Es una de las partes que más la entristecen. Le gustaría acompañar a su madre en estos momentos tan complicados. Ingrid asegura que "es difícil... Mamá lleva mucho tiempo con una enfermedad crónica, pero intento mantenerme en contacto con ella y hablamos mucho por teléfono", explica. Unas palabras en las que pone de manifiesto que el vínculo entre madre e hija es muy fuerte.
"Creo que ella quiere que esté aquí estudiando. Lo sé. Pero claro que es difícil estar lejos... Estoy orgullosa de mi madre, tiene una fuerza de voluntad increíble para seguir adelante", añade, mostrando lo mucho que significa su madre para ella.
