Las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de las presuntas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI han puesto de nuevo sobre la mesa la crisis que atraviesa la pareja real de la que especialistas en la monarquía hablan desde hace años. Algunos como Pilar Eyre incluso han sacado a colación la palabra divorcio. De llegar a producirse, se cerraría un ciclo que ya empezó con la infanta Elena y que acabaría con los tres hijos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía divorciados.

Las revelaciones recientes sobre las presuntas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI han vuelto a poner en evidencia la crisis que enfrenta la pareja real, una situación que ha sido tema de debate entre los especialistas en la monarquía durante años. Incluso se ha hablado de la posibilidad de un divorcio, que cerraría un ciclo que podría terminar con los tres hijos de los reyes eméritos divorciados.

Jaime de Marichalar y la infanta Elena EFE
Jaime de Marichalar y la infanta Elena EFE

Antes de Jaime de Marichalar, la  infanta Elena tuvo un desamor sonado

Dicho ciclo lo empezó la infanta Elena. La mayor de los tres hermanos fue quien marcó el inicio de los episodios de desamor en la familia real española. A lo largo de su vida, ha luchado por encontrar el amor, incluso durante su matrimonio con Jaime de Marichalar, el cual estuvo marcado por peleas y malentendidos. Pero a pesar de los intentos y de formar una familia con sus hijos, Froilán y Victoria Federica, el matrimonio acabó en desastre.

Pero Marichalar no fue el primer amor de Elena. Antes se le atribuyeron a la infanta varios romances. Entre ellos destaca el que tuvo el príncipe Eduardo de la familia Windsor. Las imágenes de complicidad entre ambos en una fiesta real sugirieron una relación. Toda la prensa se hizo eco de aquella estampa, lanzando especulaciones sobre si Eduardo era un buen candidato y dando por hecho que ella sí lo era. Y como suele ocurrir en estos casos, en el entorno empezaron a mover hilos para propiciar que la relación siguiera adelante. Sobre todo Juan Carlos I, que siempre temió que su hija mayor no encontrara pareja. “A este paso no la vamos a casar nunca”, le habría dicho el emérito a Sofía, refiriéndose a los atuendos que esta escogía para las apariciones públicas de Elena. Es por eso que el ex monarca se frotaba las manos. Ya se veía tejiendo lazos con la familia Windsor.

Príncipe Eduardo GTRES
Príncipe Eduardo GTRES

Sin embargo, el posible romance entre la infanta Elena y el príncipe Eduardo no llegó a materializarse en una relación formal. Eduardo plantó a Elena antes de poner rumbo al altar y terminó casándose con Sophie Rhys-Jones, hija de una secretaria y un vendedor de coches, en lo que terminó siendo un matrimonio estable y feliz.

Mientras tanto, Elena se casó con un Jaime de Marichalar del que nunca estuvo enamorada en un matrimonio que fue más por conveniencia que otra cosa.