La reina Letizia siempre ha estado decidida a mejorar la imagen de la monarquía desde su llegada a la Zarzuela, especialmente tras el nacimiento de la princesa Leonor. En su empeño por "limpiar" la imagen de la familia real, ha tomado medidas drásticas, presionando para alejar de la monarquía a aquellos que podrían manchar su reputación, incluidos Juan Carlos I, Iñaki Urdangarin, la infanta Cristina y la infanta Elena. También a Froilán y Victoria Federica, y de paso a la emérita Sofía, cada vez más arrinconada.
Sin embargo, las recientes revelaciones de Jaime del Burgo han debilitado la posición de Letizia, creando una oportunidad para la infanta Elena de perpetrar su venganza.
La infanta Elena prepara su venganza contra la reina Letizia
La infanta Elena siempre se ha mostrado muy cercana a su padre. Y siempre ha considerado injusto cómo se le ha tratado desde Zarzuela. Tanto es así que ya ha puesto en marcha su venganza contra la consorte. Pretende golpearle donde más le duele.
De hecho, ya lo hizo cuando celebró su cumpleaños el pasado 20 de diciembre. Se celebró un encuentro familiar al que acudió el rey emérito Juan Carlos I, al que también acudió Letizia. Como dijo Pilar Eyre, la consorte estaba “haciendo penitencia” después de las revelaciones de Jaime del Burgo. Desde la casa real se quiso emitir sensación de unidad. Y ello llevó a la reina Letizia a acudir a una cita a la que no hubiera ido en otras circunstancias. Y es que su relación con Elena siempre fue tensa.
La infanta Elena busca casa a Juan Carlos I en España
Pero la ‘penitencia’ de Letizia no ha terminado. La infanta Elena quiere traer de vuelta de forma definitiva al mayor enemigo de la consorte: Juan Carlos I. La mayor de las hijas del ex monarca pretende organizar el regreso permanente de su padre, aprovechando la crisis del matrimonio real y la posición debilitada de Letizia.
En este sentido, sabemos que Elena lleva semanas buscando un nuevo domicilio a su padre. Descartada Zarzuela, pues eso sería un problema para Felipe VI, hay dos viviendas que gustan especialmente al emérito. Una a las afueras de Madrid y otra en Sanxenxo, cerca de la vivienda de Pedro Campos, su amigo y anfitrión cuando acude a las regatas. Ahora solo falta que el Gobierno de España dé su aprobación, el paso más complicado de todos, dado que fue el grupo de Pedro Sánchez quien propuso en primera instancia alejar a Juan Carlos I.