La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Fiel defensora de la monarquía pero también del reinado de Juan Carlos I. Nunca ha querido hacer daño a Felipe VI, pero en alguna ocasión le ha tenido que mostrar su desacuerdo con algunas decisiones, por ejemplo las que afectan directamente a sus progenitores. La hija mayor de la reina Sofía se ofreció a quedarse al emérito en su casa de Madrid cuando el marido de Letizia le obligó a exiliarse a Abu Dabi. Incluso reformó su casa adaptándola a personas con movilidad reducida, como es su caso.
Ya que no podía hacer nada al respecto, la infanta Elena ha viajado constantemente a Abu Dabi durante estos últimos cinco años. Se cree que han sido más de 60 viajes. No ha querido dejar solo a su progenitor. Ni en España. Cuando viene a Sanxenxo para participar en las regatas, ella es quien le acompaña siempre. Su máximo apoyo.
La infanta Elena es quien ha conseguido que Juan Carlos I viva en Portugal
También es la infanta Elena quien le ha ayudado a cambiar de ubicación. La hermana de Felipe VI ha ejercido presión para que el rey decida definitivamente trasladar a Juan Carlos I a un lugar más seguro y cercano a España por su avanzada edad y problemas de movilidad. El emérito se ha cansado de vivir solo en Abu Dabi. Ha sido la madre de Victoria Federica y Froilán quien ha buscado casa en Portugal con él.
Juan Carlos I tiene muchos contactos y se le ha ofrecido una mansión en la zona de Cascais, donde residiría en la actualidad, porque por ahora no ha vuelto a Abu Dabi por las tensiones políticas y las guerras.
La infanta Elena ya ha empezado sus vacaciones estivales y ha hecho las maletas para viajar hasta la zona de Cascais. Allí se ha reencontrado con Juan Carlos I y permanecerá varias semanas, ya que no puede ir con la reina Sofía a Palma de Mallorca hasta que los monarcas se marchen de la isla. Es probable que también le visiten algunos de sus nietos, incluso la infanta Cristina.
Ahora es mucho más fácil ver a Juan Carlos I y es que está a tan solo una hora de Madrid en avión, a seis horas en coche desde Madrid, pero a tan solo una hora en coche de la frontera. Si en algún momento le sucediese algo al emérito sería muy sencillo traerle de vuelta a España sin levantar sospechas.
