La infanta Elena es la más Borbón de toda la familia. Fiel defensora del reinado de Juan Carlos I, monárquica, borbónica y patriótica. No ha estado de acuerdo con muchas de las decisiones que se han tomado respecto al emérito. Aceptó su abdicación, pero no el exilio, cree que era totalmente innecesario. De hecho, ella reformó toda su vivienda para poder adaptarla a personas con movilidad reducida. Su intención es que su padre viva con ella, aunque no es una tarea sencilla. Por ahora Felipe VI no quiere que su progenitor viva en España, y menos ahora que ha vuelto a ponerse en el foco mediático. Se la han vuelto a prohibir los viajes.

Juan Carlos I se ha quedado sin viajar a España por Semana Santa. Por ello las infantas Elena y Cristina han decidido marcharse unos días a Abu Dabi y hacerle compañía. El emérito ha declarado a sus más cercanos que se siente muy solo. Más mayor y abandonado, por ello habría tomado acciones legales contra varias personas y estaría decidido a publicar sus memorias.

Infanta Elena
Infanta Elena

La madre de Victoria Federica y Froilán ha viajado en más de 60 ocasiones a los Emiratos Árabes. En el último año mucho más ya que su hijo mayor reside allí. Su padre es una persona muy importante y no quiere dejarle solo. Es la primera que está al corriente de su estado de salud y quien le ha acompañado a muchas de las pruebas médicas.

Los complicados problemas de salud de Juan Carlos salen a la luz 

Juan Carlos I ha reaparecido esta semana en el circuito internacional de Sakhir y se han desatado todo tipo de especulaciones por su forma física, mucho más delgado y deteriorado. Se sabe que el emérito no pasa ahora mismo por un buen momento de salud. Hace un mes tuvo que viajar de urgencia al hospital de La Tour en Ginebra para cambiarse las pilas del marcapasos. Allí también aprovechó para realizarse unas pruebas con sus traumatólogos de confianza.

El emérito hace más de una década que arrastra serios problemas de movilidad. Ha sido operado en más de una decena de ocasiones de las rodillas y la cadera sin mucho éxito. Se ha sometido a tratamientos de medicina regenerativa con células madre pero ya no son efectivos. Su artrosis ha avanzado a pasos agigantados y su pierna izquierda está totalmente inmóvil. Le han comunicado que se quedará el resto de su vida en silla de ruedas.

Juan Carlos I no quiere que nadie le vea en silla de ruedas. Por ello, la infanta Elena ha prohibido al personal de servicio del emérito utilizar teléfonos móviles o grabadoras. También se les ha obligado a firmar una cláusula de confidencialidad para que no cuenten el verdadero problema del emérito. Utiliza pañales por su incontinencia.

Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE
Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE