A pesar de la imagen de seriedad y protocolo que a menudo rodea a la realeza, muchos de sus miembros siguen teniendo dentro un Peter Pan que de vez en cuando sale a relucir. Y en este sentido, la reina Sofía y la infanta Elena son dos buenos ejemplos de ello. Ambas comparten un placer oculto del que disfrutan en la intimidad, lejos de los reflectores y las formalidades.

Es bien sabido que la reina Sofía proyecta una imagen de sencillez y elegancia ante el público, pero detrás de esa fachada, hay un gusto por lo coqueto y lo refinado. Su pasión por la moda ha sido evidente a lo largo de los años que ha representado a la corona española, luciendo una amplia variedad de atuendos.

La debilidad que la reina Sofía comparte con su hija Elena

Sin embargo, más allá de su amor por lo estético, la reina Sofía también cuida su paladar con esmero. A pesar de mantener una dieta equilibrada y saludable, no puede resistirse a su vicio más goloso: los helados. Los helados son uno de los postres favoritos tanto de la reina Sofía como de buena parte de la familia real española. Y hay unos por los que tiene una debilidad especial. Incluso en verano, lejos de la Zarzuela, sigue disfrutando de este placer indulgente que ha encontrado en Madrid.

Reina Sofia i Infanta Elena  GTRES
Reina Sofia i Infanta Elena GTRES

Son los de la heladería Livorno, ubicada en Aravaca, cerca de Madrid, que se ha convertido en la proveedora oficial de la Casa Real. Según la experta en nutrición Margarita García, suministran helados todo el año a la Zarzuela, e incluso durante el verano, al Palacio de Marivent en Mallorca. Estos dulces viajan con el personal de la Zarzuela unos días antes de la llegada de los monarcas y su familia.

Elena se ocupa de encargarlos y manda a su servicio a buscarlos a Zarzuela

Un placer del que también es víctima la infanta Elena. En muchas ocasiones es ella quien se ocupa de encargarlos para ella y para la reina Sofía. La infanta Elena, consciente del placer que su madre y ella misma encuentran en estos dulces, ha establecido una rutina peculiar. Y semanalmente, envía a sus guardaespaldas o a miembros de su servicio personal a buscar helados, a veces a Zarzuela y otras a la tienda, para llevárselos a su casa. Este pequeño vicio, aparentemente trivial, revela un aspecto más íntimo y cotidiano de la vida de la familia real española.

En cuanto a los sabores, la reina Sofía suele preferir los cítricos y las frutas en sus helados. Aunque también se piden opciones más saludables, como los helados veganos.