La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin celebran este miércoles su 20º aniversario de boda. Era en 1997 cuando la pareja se casaba en Barcelona, un año después de conocerse durante los juegos olímpicos de Atlanta. El jugador de balonmano dejó a su pareja al ver la insistencia de la infanta para estar con él, y llevaron la relación en secreto hasta que la infanta Pilar confirmó la noticia.
El 4 de octubre, cinco meses después del anuncio de compromiso, contrajeron matrimonio con unas 200.000 personas en la calle pendientes de la ceremonia. El Ayuntamiento adornó ventanas y balcones con flores, ofreciendo un espectáculo en la fuente de Montjuïc la noche antes de la celebración.
La catedral fue el escenario escogido para celebrarse, con un total de 1.500 invitados. El vestido de la novia fue muy aclamado, un diseño de Lorenzo Caprile en color marfil, corte imperial de manga larga y escote barco. El velo de encaje, cogido con una tiara floral destacó. Una vez convertidos en marido y mujer celebraron el banquete en el palacio real de Pedralbes, acabando así una boda de ensueño.
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Ahora, sin embargo, hace tiempo que no aparecen con las caras radiantes de felicidad. Y es que este 20º aniversario de bodas llega en su peor momento. El caso Nóos fue un punto de inflexión también en su matrimonio, teniendo que mudarse a Ginebra, alejándose de los flashes y también de la Casa Real. Son muchas las voces que aseguran que la reina Letizia habría hecho todo lo posible para alejar a su marido de la pareja una vez se hizo público el caso. Desde entonces, se han recluído en el extranjero, dejando de aparecer en los actos oficiales de la corona.
Su entorno asegura que no están bien, llegando el matrimonio muy desgastado a su aniversario según Vanitatis. Algunas amigas de la infanta habrían afirmado que ella está cansada y muy desanimada ante la situación que están viviendo. Estando Urdangarin a las puertas de la cárcel, son cada vez más las voces que aseguran que la relación se tambalea. 20 años que llegan en un complicado momento.