De momento la infanta Cristina mantiene su base en Ginebra, y es que le compensa por el sistema fiscal. Su idea inicial es que Irene Urdangarin viviese con ella como mínimo hasta que finalizase sus estudios universitarios. Pretendía formarse en la universidad de Lausana, pero no superó las pruebas de acceso. La hija de la reina Sofía se ha quedado sola y ya no puede disimular el motivo de su estancia en Suiza. Se sabe que es por la herencia de Juan Carlos I. Con la renuncia de Felipe VI le tocará cerca de mil millones de euros. Un dinero que le saldría poco rentable si declarase en España, de esta forma evita a la Hacienda Pública. Se ha comprado un piso en Barcelona, donde inició su historia de amor con Iñaki Urdagarin, que ahora mismo se encuentra en reformas, y no tiene prisa.

Infanta Cristina / EFE
Infanta Cristina / EFE

Hay un motivo importante por el que la infanta Cristina querría volver a Barcelona más allá de sus hijos. En la capital catalana vive su hijo Pablo Urdangarin, pero el resto viven entre Reino Unido y Madrid. La hija de la reina Sofía siempre ha vivido en la capital condal y es una enamorada de la ciudad. En ella tiene grandes amistades, incluso la vinculan con algún nuevo amor. La hermana de Felipe VI quiere quedarse en Barcelona para estar más cerca de sus padres, que es ahora la prioridad de todos los Borbón.

Máxima preocupación por la depresión que padece la reina Sofía 

Juan Carlos I y la reina Sofía se hacen muy mayores. El emérito cumplirá el próximo mes de enero 88 años, y la emérita este mes de octubre 87. Ambos tienen problemas de movilidad debido a la edad, en el caso del progenitor peor porque sufre artrosis severa y debería utilizar una silla de ruedas. Sin embargo, la emérita sufre más por las cosas y ahora mismo hay una preocupación por su estado anímico que podría afectar seriamente a su salud, mucho más siendo tan mayor.

La infanta Cristina ha explicado la situación de la reina Sofía a sus cuatro hijos. Igual que ha acordado con sus dos hermanos, les pide a los Urdangarin que vayan a visitarla de forma regular y la llamen para contarle cosas. Según informó Pilar Eyre, la emérita padece una depresión severa desde que falleció su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral e Irene de Grecia padeció Alzheimer. La mujer de Juan Carlos I se ha quedado sin sus dos apoyos más importantes y se encuentra muy sola con la familia dividida en dos. Se encierra en su habitación totalmente a oscuras y no quiere recibir visitas, ni tan siquiera salir. Apenas come ni duerme, signos evidentes de una depresión severa. La situación es alarmante y toda la familia está muy preocupada.

Reina Sofía
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