Cuando Felipe conoció a Letizia, era consciente de que sus padres no la aceptarían fácilmente debido a su condición de plebeya y periodista. La primera persona a la que presentó a Letizia fue su hermana, la infanta Cristina. Felipe confiaba en que Cristina entendería su situación, ya que ella misma se había casado con un plebeyo, el conocido jugador de balonmano del FC Barcelona, Iñaki Urdangarin. Aunque Cristina también tuvo que enfrentarse a la oposición de sus padres, su caso fue menos problemático ya que, al ser la hija mediana, no tenía posibilidades de convertirse en reina de España. Cristina e Iñaki incluso les prestaron su casa en Barcelona algunos fines de semana para que pudieran disfrutar de su relación lejos del ojo público.

La familia Borbón rechazó a Letizia y a su familia por su condición de plebeyos, tratándolos con desdén. A pesar de esto, Cristina siempre estuvo del lado de Letizia, y ambas llegaron a ser muy amigas, desarrollando una relación cercana. Sin embargo, esta amistad se vio gravemente afectada cuando Cristina y su esposo se vieron involucrados en el escándalo del caso Nóos. Letizia se distanció completamente de ellos, e incluso ayudó a retirarles todas las funciones institucionales y a que Iñaki fuera encarcelado.
Desde hace una década, Cristina y Letizia han evitado cualquier contacto. No hay fotografías recientes de ellas juntas, ni en Zarzuela ni en Marivent. La familia se dividió en dos bandos. Pilar Eyre recuerda cómo, durante uno de los últimos veranos que pasaron juntos en Palma de Mallorca, Letizia tuvo una fuerte discusión con la hermana de Felipe por unas mallas deportivas. Este incidente reveló la mala relación que existía entre ellas en ese momento.

La infanta Cristina nunca perdonó a Letizia
Una noche, Letizia bajó a cenar vestida con mallas deportivas, lo que Cristina consideró una falta de respeto. La reina, molesta, le respondió de manera cortante: "En mi casa me visto como me da la gana", dejando claro que Cristina ya no tenía relevancia en la familia real. Estas palabras marcaron un punto de inflexión en su relación, poniendo fin a las vacaciones conjuntas en el yate de Juan Carlos.
Así fue como la relación entre Cristina y Letizia se deterioró por completo, dando paso a reproches constantes y múltiples enfrentamientos. La tensión era palpable, y hoy en día, su relación está completamente rota. Cristina se siente profundamente dolida porque Letizia no ha hecho nada por ayudar a salvar su familia, y la culpa de todos sus problemas. David Rocasolano, en su libro 'Adiós, Princesa', menciona que Cristina e Iñaki eran los únicos miembros normales de toda la familia, subrayando así la profunda decepción de Cristina con Letizia.