Iñaki Urdangarin se divorció de la infanta Cristina en 2022. El exjugador de balonmano se había enamorado de su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia. La relación se conoció a través de una fotografía de ambos dando un paseo por la playa de Biarritz. La hija de la reina Sofía se sintió humillada y traicionada, pero no se sorprendió en absoluto. Sabía perfectamente que entre ellos el matrimonio no pasaba por un buen momento. De hecho, cuando el exduque de Palma ingresó en prisión, las visitas de su entonces mujer se redujeron hasta el punto de desaparecer. Él salió y ella ni le fue a visitar. Existían serios problemas en el matrimonio a los que parece que ya no les quisieron poner solución. El guipuzcoano tuvo claro cuando entró en la cárcel que se separaría de la madre de sus hijos porque quería apartarse del apellido Borbón que tantos problemas le trajo.

Iñaki Urdangarin / Instagram
Iñaki Urdangarin / Instagram

Sin embargo, Iñaki Urdangarin compaginó durante un tiempo a la infanta Cristina y a Ainhoa Armentia. El exjugador de balonmano tenía claro que su matrimonio atravesaba problemas y ya no estaba enamorado de la madre de sus hijos, aún así siguieron viéndose y tuvieron relaciones íntimas al mismo tiempo. Si no hubiese salido la fotografía a la luz, tal vez el guipuzcoano hubiese continuado engañando a ambas.

Iñaki Urdangarin es "un infiel crónico" 

Esta historia ya sucedió en el pasado, habría que remontarse al momento en que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se conocieron en un partido de balonmano. En aquella época el exjugador mantenía una relación con Carmen Camí. Hasta que se decidió por la hermana de Felipe VI estuvo viendo a la catalana con total normalidad mientras se veía en secreto con Cristina. Y ese siempre ha sido su modus operandi. El de “un infiel crónico”.

Iñaki Urdangarin siempre ha sido un hombre muy atractivo, alto, guapo y muy seductor. Conseguía a la mujer que se proponía, le costaba muy poco. "Iñaki mide mucho sus movimientos porque sigue viviendo bajo la sombra de la infanta y de la Casa Real y, en el fondo, sabe que siempre lo estará, ya que tiene un vínculo que le unirá a ella de por vida: sus hijos", apunta la psicóloga Lara Ferreiro a ‘Lecturas’.

Ainhoa Armentia tendría miedo porque su relación con Iñaki nació de la infidelidad. "Con este historial de presunto infiel crónico, es muy difícil que Ainhoa confíe plenamente en él, y estas dudas y sospechas pueden ponerla en una situación constante de desconfianza, celos y paranoias", recalca Ferreiro a 'Lecturas'.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / Instagram
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / Instagram