Iñaki Urdangarin pone punto y final a su pasado y empieza una nueva vida desde cero al lado de Ainhoa Armentia, mucho más discreta y relajada. Por fin la vida del exjugador de balonmano pasa a un segundo plano. Este último año ha tenido que lidiar con la presión mediática, las constantes persecuciones de los periodistas y las incesantes preguntas. Lejos de los rumores de crisis, el exduque de Palma y su nueva pareja cierran un año de amor.
Ainhoa e Iñaki se conocieron en el bufete Imaz & Asociados, donde trabajaban, y allí se enamoraron. Tras recibir la libertad condicional, el padre de Pablo Urdangarin abandonó el bufete y se decantó por el coaching deportivo. Por contra, Armentia continúa trabajando en el despacho de abogados, aunque tiene intención de irse a corto plazo. Así lo revela El Español: "Ella también quiere dejar atrás ese curro. Me han contado que su intención es ir de la mano de Iñaki, como socia, en el tema del coaching. Algo harán juntos y se montarán por su cuenta".
Ya han comprado una casa juntos, pero por ahora no viven de forma oficial en ella
La pareja tiene muchos planes de futuro que les mantienen ilusionados. Tal y como avanzó ‘Ya es mediodía’, la pareja ha encontrado una casa para vivir en Vitoria. Hace tiempo que estaban en la búsqueda activa de una vivienda que cumpliese con ciertas características. "Es una inversión de compra", confían. Se encuentra la casa "en una buena zona de la ciudad, en una de las urbanizaciones más selectas y tranquilas”.
La casa se ha convertido en un punto de encuentro. Pasan tiempo juntos, pero no viven formalmente como pareja. Prefieren ser cautos y no dar pasos en falso. No quieren que nada ni nadie estropee su relación. Prefieren ir despacio. Iñaki ya se encuentra en trámites de divorcio con Cristina y cuando esté todo cerrado es probable que den ya el paso definitivo. Sin embargo, lo que realmente les lleva a tomar esta decisión son los hijos de Ainhoa, en plena adolescencia, y la madre de Iñaki, delicada de salud.
"Ella va a respetar todo lo que haga su hijo, como siempre ha hecho, pero sus tiempos no son los mismos que los de Iñaki. También es verdad que, pese a estar bien de salud, tiene 86 años y existe la preocupación lógica. Iñaki está muy apegado a ella", se desliza.
Mientras que el divorcio de Iñaki y Cristina es algo más complicado porque hay demasiadas cláusulas, Ainhoa ya está divorciada de Miguel, el padre de sus hijos, y todo ha sido de mutuo acuerdo. Mantienen una excelente relación. De hecho, Miguel continúa viviendo en la casa familiar. Los amigos de Iñaki ya conocen a Ainhoa y viceversa, así como los hermanos del exduque de Palma. Por ahora los hijos de ambos no, eso es otro cantar.