Juan Carlos I vuelve a estar en boca de todos por su demanda a Miguel Ángel Revilla. Felipe VI siempre le pidió que se mantuviese alejado del foco mediático, pero no ha podido cumplir con esa promesa. El exmonarca está muy enfadado con su hijo y prácticamente con todo el mundo, no atiende a razones. Está muy cansado de vivir alejado de España, hace cinco años que vive en el exilio en los Emiratos Árabes. Tiene que viajar a su país con permiso y solo para estancias cortas y con una finalidad completa, además, no puede poner un pie en Zarzuela, la que fue su casa durante 50 años. Está harto de que todo el mundo se pueda permitir la licencia de hablar de él y dañar su imagen sin poder actuar. Por este motivo, ha utilizado al político para demostrar que todavía continúa muy vivo y que su figura ha sido muy importante para la transición en España. No quiere que nadie se olvide de él. Sin embargo, esta última estrategia no le ha salido como esperaba. El cántabro se ha llevado todos los apoyos y ha utilizado su altavoz en la televisión para acabar con quien un día consideró su amigo.

El marido de la reina Sofía cumplió 87 años y tiene mucho miedo a morir solo, a miles de kilómetros de su país. Sería una deshonra que su cuerpo fuese repatriado. Vive con mucho miedo a la muerte y a la soledad. Felipe VI está muy dolido con él, pero comprende perfectamente su situación. Por este motivo, intenta que sus apariciones por España cada vez sean mayores y en menos tiempo. La semana pasada volvió a poner un pie en Sanxenxo para participar en las regatas y visitó Portugal en busca de una supuesta mansión para vivir los últimos años de su vida.
Juan Carlos I se queda sin apoyos tras su demanda a Miguel Ángel Revilla
Con Miguel Ángel Revilla, Juan Carlos I ha comprobado que ya no tiene apoyos en España. El político se ha llevado todo el cariño de la ciudadanía, y no creen al emérito. Esta demanda ha sido como un boomerang para el marido de la reina Sofía, le ha afectado a él, pero también a Felipe VI y la corona. Después de todas las noticias que le han salpicado en sus últimos años de reinado y en la actualidad, la ciudadanía no confía en él. Ni tan siquiera las fuerzas de seguridad como la Guardia Civil, que entre ellos ya le han puesto hasta mote. Se acabaron esos tiempos en los que todo el mundo le llamaba alteza, rey o majestad, incluso le hacían la reverencia al verle y le trataban de usted, a día de hoy es un ciudadano más. Le llaman “el abuelo”, aunque dicen que es de forma cariñosa, pero a él no le gusta nada porque no se siente mayor.
“Ya viene el abuelo, otra vez”, suelen decir. “Lo hablan entre ellos, en petit comité. Es una forma cariñosa que tienen de nombrarle”, comentan las fuentes citadas.
