La noticia del repentino fallecimiento de Fernando Gómez-Acebo y Borbón, conocido como 'Coco', marcó la agenda informativa de este sábado. Y también la de los reyes de España, Felipe y Letizia. Como miembro de una familia vinculada estrechamente con la realeza española, su partida dejó un vacío en su entorno familiar y en la historia de España. Hijo de la infanta María Pilar de Borbón y Luis Gómez-Acebo, su legado era parte integral de la aristocracia del país. Y como era de esperar, el matrimonio real, así como las infantas Cristina y Elena, quienes el fallecido mantenía una excelente relación, o la reina Sofía y su hermana Irene, no faltaron para dar el pésame a la familia.
El Tanatorio de Tres Cantos fue el lugar donde se celebró la misa funeral de Fernando, primo del rey Felipe VI. El monarca mantenía una estrecha relación con él desde la infancia, compartiendo innumerables momentos juntos. La presencia del rey en el hospital donde se encontraba ingresado el hijo menor de la infanta Pilar, el día anterior al funeral, demostró el profundo afecto que le tenía.
Los Borbones no fallan en el adiós a Fernando Gómez-Acebo y Borbón
La reina Sofía, la emérita, también asistió al funeral, acompañada de su hermana, la princesa Irene de Grecia. Las infantas Cristina y Elena tampoco faltaron a la cita, mostrando así el apoyo de la familia real en este momento de duelo.
Sin embargo, fue la presencia de la reina Letizia la acaparó la atención. Cabe decir que su asistencia generó especulaciones hasta el último momento, dada su histórica relación complicada con la familia de su esposo. Pero el hecho de que fuera no es lo que llamó la atención. Porque aunque su presencia se consideró importante por parte de Zarzuela, que presionó para mantener una apariencia de normalidad, su posición en un segundo plano es lo que no pasó desapercibido.
Letizia, arrinconada y sin mediar palabra en la misa de Fernando Gómez-Acebo y Borbón
Letizia se mostró distante y apenas intercambió palabras con los presentes más allá de las formalidades. Su posición arrinconada y su actitud reservada evidenciaron la tensión y las dificultades que ha enfrentado en su relación con la familia de su esposo a lo largo de los años.
La relación de los hijos de los reyes Juan Carlos y Sofía con sus primos Gómez-Acebo ha sido constante, considerándolos casi como hermanos. Sin embargo, la relación de Letizia con la familia de su esposo ha sido todo menos sencilla, marcada por desplantes y gestos polémicos que han dejado una huella palpable.
En este contexto, la presencia de Letizia en el funeral de Fernando Gómez-Acebo se percibió como un intento de mantener las apariencias más que como un gesto genuino de afecto. Y la falta de conexión y el distanciamiento evidenciaron las profundas grietas en las relaciones familiares, dejando claro que la reconciliación aún está lejos de alcanzarse.