Los que siempre han estado muy atentos al día a día de la corona española saben muy bien que es una institución que lleva muchos años vinculada a un deporte en concreto: las regatas de barcos de vela.
Es más, no es que sea precisamente ningún secreto que el rey emérito Juan Carlos I, pese a sus evidentes y graves problemas de movilidad, está realizando toda clase de esfuerzos para poder realizar algunas de estas regatas en los últimos años en las costas gallegas. Tampoco lo es que su hijo, Felipe VI, volverá a participar este año en la famosa Copa del Rey de Vela que se celebra actualmente en Palma de Mallorca, una regata en la que siempre participa y en la que disfruta desde hace ya muchos años de la navegación.
El nuevo velero que utiliza el Rey Felipe sigue sin llegar
Los que están bien informados al respecto saben muy bien que el velero que utiliza el rey Felipe, el famoso Aifos, no es propiedad precisamente de la familia real, sino de la Armada, aunque tampoco es que sea ningún secreto que es un velero que siempre está disponible para cuando el monarca lo necesite, sea o no para regatas.
En este sentido, cabe tener en cuenta que hace ya un tiempo que, pese a que se había llegado a un acuerdo para comprar un nuevo velero para la Armada y que también serviría para que el rey Felipe participara en la copa del rey, esta partida presupuestaria lleva frenada mucho tiempo. Una partida que es de ni más ni menos que 1,5 millones de euros, una cifra que asciende a 1,8 millones de euros contando con impuestos.
Fue a raíz de una intervención en el congreso de los diputados del portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Aitor Esteban cuando, tras la polémica, el gobierno de Pedro Sánchez decidió frenar esta partida, entre otras cosas porque fueron muchos en España los que se indignaron al saber que, teniendo en cuenta la situación económica de muchos, el gobierno estaba dispuesto a destinar tal cantidad de dinero a algo que evidentemente no es que sea prioritario.
Evidentemente desde la casa real no se han pronunciado al respecto, o al menos no en público, entre otras cosas porque saben muy bien que lo mejor que pueden hacer es seguir callados en este sentido y disfrutando de un nivel de vida y de un día a día muy VIP a costa de los impuestos de los españoles.