Froilán lo ha vuelto a hacer. Cuando intentaba enderezar su imagen pública de zángano y adicto a la noche, se dispara un tiro en el pie. Otro. Juan Carlos lo tiene por su nieto favorito, por ser el primer nieto y para ser el más similar al emérito. Lo ha convencido, a base de dinero, para que se marche de Madrid, dónde empalmaba detenciones, orgías y cocaína rosa a Abu Dhabi donde lo ha enchufado en una empresa donde gana una fortuna que ahora dilapìda en su fiesta de cumpleaños. El sobrino del rey ha cumplido un cuarto de siglo y cuando todo el mundo creía que lo celebraría en Madrid o en Ibiza, lo han pillado en un destino donde la droga y prostitución es legal y se exhibe en escaparates: el barrio rojo de Amsterdam.. Este chico es un caso perdido.
Podría haber escogido cualquier otro destino europeo, o podría ir a la capital holandesa y que lo pillaran en el Museo Van Gohg. Pero no, en el barrio de las putas y las drogas acompañado de amigos solo chicos. Era una fiesta "mens only". Ni rastro de la tal Belén Perea, a quien algunos atribuyen una relación con Froilán. No han ido a Amsterdam a mirar la casa de Anna Frank. Es el barrio del vicio y la perversión. Lo han tratado en el programa Ya es,mediodía de Telecinco: "El hijo de la infanta Elena ha querido celebrar su 25 cumpleaños de una forma muy distinta y ha viajado con cuatro o cinco amigos de la universidad a Ámsterdam Han ido cuatro o cinco, se planea desde hace tiempo. Son amigos de la universidad, gente que no veía desde que fue a Abu Dabi, no todos viven en Madrid y ese el punto de encuentro”.
El detalle de que hayan sido vistos 5 chicos en el Distrito Rojo es toda una declaración de principios, Froilán no piensa cambiar, es adicto a la fiesta y la estrategia del buen muchacho que trabaja en los Emiratos es una cortina de humo. De humo de porro. Telecinco moja pan: "Froilán fue visto el pasado viernes en compañía de sus amigos tomando algo en el famoso Barrio Rojo de la capital holandesa. Un ciudad que cuenta con nuevas restricciones y ahora ponen multas para los que beban alcohol en público y hagan sus necesidades en público". Pobre Froilán, va a la capital del vicio justo cuando prohíben pillar un pedal y mear en la calle.
Froilán creía que nadie lo reconocería y no sabe que en todas partes donde viaje siempre habrá un español: "Froilán no llevaba la clásica gorra que usa cuando quiere pasar desapercibido “Estaría más relajada porque pensaría que no le iban a reconocer”. Los que querían blanquear la imagen del sobrino más esperpéntico del rey lo vuelven a tener cruso. Leonor pasará las vacaciones con él en Marivent. Quizás su primo mayor le pasa unas setas alucinógenas. Froilán es lo que es. La cabra tira al monte.