Froilán ha vuelto a ser noticia. Y no por una aparición institucional, ni por un gesto diplomático. Ha sido por un nuevo escándalo, esta vez en Cádiz, que ha provocado un enfado mayúsculo en Zarzuela.
El hijo de la infanta Elena abandonó temporalmente Abu Dabi, donde reside desde hace años. El motivo fue personal, no oficial. Viajó a España para asistir a la boda de su amigo Jorge Juste Menchaca con la modelo Luana Castillo, celebrada el 4 de julio en la exclusiva Finca El Cañuelo, en Tarifa. El lugar, de lujo. Jardines de inspiración japonesa, vistas al Estrecho de Gibraltar, decoración milimetrada. Una boda íntima. Discreta. Y Froilán, al principio, también.
Froilán se descontrola en Cádiz
Durante la ceremonia intentó mantener un perfil bajo. Evitó protagonismos y posó en pocas fotos. Una de ellas llamó especialmente la atención. En ella aparecía junto a Candela Martínez Artalejo. Fue publicada por ella misma en su cuenta de Instagram. Y lo hizo junto a un mensaje que rezaba “Te quiero tanto”. Aunque no se ha confirmado ninguna relación sentimental, las especulaciones no han tardado.

Pero, como ya ha ocurrido otras veces, la calma de Froilán duró poco. Lo grave vino después de la boda. Froilán decidió seguir la fiesta por Cádiz, junto a su entorno habitual. Y ahí, una vez más, se pasó de la raya. Según un testigo presente esa noche, “no se tenía en pie”. Froilán, completamente fuera de control, terminó dando el espectáculo. Las imágenes no han salido a la luz, pero la información ha volado. Y ha llegado a donde no debía.
Zarzuela ya ha reaccionado
El rey Felipe VI, cansado de los escándalos recurrentes de su sobrino, ha tomado una decisión firme. Ha hablado directamente con su hermana, la infanta Elena, y le ha dejado claro que esta situación no puede repetirse. Elena, una vez más, carga con la culpa. Desde dentro se critica su falta de control sobre Froilán. Y mientras tanto, él sigue repitiendo el mismo patrón: eventos, excesos, escándalos.

El mensaje de Felipe fue breve, pero contundente. Si ocurre de nuevo, no vuelve. Se refiere a Abu Dabi, donde Froilán ha estado exiliado tras sus múltiples polémicas en España. El nieto del emérito lleva tiempo buscando la forma de regresar definitivamente, de volver a Madrid, de tener un papel más estable. Pero sus actos lo alejan aún más de ese objetivo. O Froilán cambia, o el exilio que va como loco por abandonar desde hace tiempo, será definitivo.