Año 2012. Boda de Guillermo de Luxemburgo. Aquel día se vio por primera y única vez a la reina Letizia como nunca más se la ha visto. Porque aquel día decidió llevar en la cabeza un objeto que no parece estar entre sus preferencias en materia de imagen. Al igual que le pasa con los abanicos o con los vestidos de faraláes, la reina no comulga con según qué atrezzos. Estos dos mencionados, por motivos de aversión a parecer demasiado folclórica. Pero lo que se esconde detrás de las pamelas tiene una razón bien diferente.
Reina Letizia con pamela (GTRES)
Este es el único sombrero de este tipo que Letizia ha lucido en público, rodeada del resto de las aristocracias europeas. Una pieza que, si vas a Ascot, se ve por todas partes. Allí es el paraíso de las pamelas. Pero en otros festorros de sangre azul o acontecimientos con presencia monárquica, hemos visto a muchas royals lucirlas orgullosas. Y muy cerca de Letizia. Sin ir más lejos, en su boda con Felipe, su madre y su hermana, Paloma Rocasolano y Telma Ortiz, llevaron una cada una.
Paloma Rocasolano y Telma Ortiz (GTRES)
O la infanta Elena, gran amante de llevar su cabeza borbónica cubierta por esta prenda de vestir. Algunas de ellas, que provocaban vergüencita ajena al ver el cuadro grotesco de la hija mayor de los reyes eméritos como si fuera a una fiesta de disfraces.
Infanta Elena (Efe)
Infanta Elena (Casa Real)
Infanta Elena (Efe)
Quién sabe si el hecho de que su querida cuñada lleve a menudo es motivo más que suficiente para que Letizia no se ponga una ni en pintura. Pero los especialistas revelan otro motivo estético que no tiene nada que ver con odios familiares. Hace un tiempo, la sombrera experta Reyes Hellín aseguraba a Vanity Fair que "Una pamela de ala ancha debería estar prohibida en el armario de su majestad. Con sus facciones, quedaría hundida debajo de ella. Tiene una cara pequeñita, tendrían que ser sombreros de ala mediana. Una boina con velo, quizás, pero platos no, porque se la comerían". Carlos García-Calvo, en su libro póstumo Letizia. De la "A" a la "Z", aporta otro punto de vista: "Quizás piense que, al no ser muy alta, un gran sombrero no le favorecería". Vaya, Letizia con complejo de champiñón. Un libro que no para de sorprender.