En pleno verano de 2011, mientras España vivía uno de los momentos más trágicos por el accidente del vuelo JK5022 de Spanair, en las aguas azules del Egeo se escribía otra historia muy distinta. A bordo de un yate privado coincidieron tres protagonistas: Felipe VI, Letizia y Jaime del Burgo. Lo que parecía un viaje relajado entre amigos escondía un trasfondo mucho más comprometido.

Aquel desplazamiento a las islas griegas no fue improvisado. La escapada había sido organizada con sigilo, lejos de fotógrafos y curiosos. En el caso de Letizia, existía un motivo añadido: acababa de someterse a varios retoques estéticos y buscaba un lugar donde su proceso de recuperación pasara inadvertido. El entorno íntimo de un yate era, en teoría, la coartada perfecta.

La tragedia de Spanair obligó a la reina Letizia a reaparecer de forma inesperada

El plan, sin embargo, se truncó. La magnitud de la tragedia aérea obligó a los entonces Príncipes de Asturias a interrumpir su descanso y regresar precipitadamente a Madrid. El calendario mediático se les vino encima y Letizia se vio forzada a reaparecer en público con el rostro aún inflamado por las cirugías.

Letizia acabada de operar en la tragedia de Spanair / Gtres
Letizia acabada de operar en la tragedia de Spanair / Gtres

La imagen sorprendió. Durante los actos de duelo, fotógrafos y periodistas no pasaron por alto sus rasgos cambiados. Los comentarios sobre operaciones se multiplicaron, aunque Casa Real guardó silencio absoluto. Aquel mutismo oficial no hizo más que aumentar la especulación.

Lo que durante años quedó como un episodio menor de unas vacaciones privadas, terminó cobrando otro sentido con el tiempo. Cuando Jaime del Burgo reveló que mantenía una relación amorosa con la reina en esa misma etapa, la coincidencia de los tres en aquel barco dejó de ser anecdótica y pasó a verse como una pieza de un rompecabezas sentimental.

Felices los tres en un yate por las islas griegas

El propio Del Burgo detalló las fases de su vínculo con Letizia: una primera historia de amor entre 2002 y 2004, un periodo de amistad íntima hasta 2010, un regreso a la pasión en 2010 y 2011, y finalmente una convivencia como cuñados hasta 2016. Con esa confesión, el relato del viaje griego adquirió un tinte casi novelesco.

felipe jaime del burgo leonor y sofia
felipe jaime del burgo leonor y sofia

Dicen varias fuentes como Laura Rodríguez o Maica Vasco que Felipe VI lo supo todo desde el principio. Y que lo que realmente le molestó cuando Del Burgo hizo sus revelaciones públicas fue que Letizia no supiera mantenerlo en silencio. Este detalle añade todavía más morbosidad a una historia ya de por sí retorcida. Y ojo a lo que añadió Vasco: había una cuarta persona en el barco que podría ser amante de Felipe.