Felipe VI se ha reunido con las infantas Elena y Cristina en Zarzuela para tratar un tema muy importante, la salud y el futuro de sus progenitores. Las infantas insisten en que Juan Carlos I ya no debería vivir en Abu Dabi a miles de kilómetros de España por su avanzada edad. Sería un escándalo que muriese tan lejos y que su cuerpo fuese repatriado. Según el monarca, esa situación la tiene bajo control. Cuando el emérito empeore de salud y los médicos, con los que está en contacto todos los días, le digan que la situación es irreversible, es cuando hablará de su traslado. La mayor preocupación en el rey respecto a su familia está en la reina Sofía.
El año pasado, la reina Sofía ingresó en el hospital durante una semana por una infección en el tracto urinario. Desde entonces se empezó a hablar de la salud de la emérita, que tan solo es unos meses más joven que Juan Carlos I. Este mes de noviembre cumplirá los 87 años, una edad muy avanzada con la que empieza a tener los primeros problemas de salud.
La reina Sofía aún mantiene compromisos institucionales. Le gustaría morir con las botas puestas, aunque Felipe VI le ha recomendado en más de una ocasión que renuncie a sus funciones y pueda descansar los años que le queden de vida. En alguna de sus últimas apariciones se le ha visto más débil. Con algunos problemas de movilidad y algún que otro despiste, podría ser demencia senil por su avanzada edad. Pero lo que está claro es que hace muchos años que la reina Sofía está triste por el distanciamiento de su familia, y lo que ha sucedido en los últimos años tampoco ha ayudado, como la muerte de su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral o la enfermedad de Irene de Grecia, su máximo apoyo en estos años.
La reina Sofía está muy triste por ver a toda la familia desunida
Pilar Eyre confirmó que apenas come ni logra conciliar el sueño, se pasa las noches en vela. Se encierra en su habitación y llora desconsoladamente, no quiere recibir visitas.
La reina Sofía solo tiene el deseo de ver a toda la familia unida. De hecho, ha hablado con sus hijos y les ha hecho prometer que el día que ella ya no esté en este mundo se mantengan unidos. Su gran sueño es poderles ver a todos juntos antes de morir. Hace más de una década que no está con sus ocho nietos.
"Ella ha hecho su trabajo en la sombra y de manera silenciosa. Siempre ha mantenido la esperanza, ha trabajado y trabajará en segundo plano para mejorar la comunicación. Doña Sofía es la matriarca reconciliadora, es una mediadora total", según Lecturas.
Las infantas y el rey han llegado a un acuerdo para pasar el mayor tiempo del mundo con ella e intentar hacer planes con los que distraerla.
