Después de las polémicas que rodearon a Juan Carlos por fraude fiscal, Felipe VI decidió renunciar públicamente a la fortuna millonaria de su padre. No quiere ningún dinero conseguido con malas armas. Además, en un ejercicio de modernización para mejorar la imagen de la corona, los actuales reyes han hecho públicas sus cuentas como un ejemplo de transparencia y ejemplaridad. Es la primera vez que un Jefe de Estado hace públicas sus cuentas.
Ha anunciado que tiene 2.573.392 millones de euros, divididos en 2.267.942,80 millones en depósitos en cuentas corrientes o de ahorro, y 305.450 en objetos de arte, antigüedades y joyas de carácter personal. El rey ha percibido de los Presupuestos de la Casa del Rey, primero como Príncipe de Asturias, desde 1998, y como Rey, desde 2014, la cantidad bruta de 4.275.796,94 euros.
Lógicamente, a estas cantidades que se han hecho públicas hay que restarles las retenciones fiscales practicadas, así como el importe de los últimos 25 años. Según el comunicado que publicó Zarzuela, Felipe VI no tiene ningún inmueble ni bien en el extranjero. Por ahora no se ha hecho público el patrimonio de la reina Letizia. Se sabe que el matrimonio no tiene propiedades en España.
Felipe VI renunció a la herencia de Juan Carlos
Sin embargo, aunque Felipe no quiera, le pertenece una tercera parte del dinero de Juan Carlos. El monarca ha renunciado a la herencia que percibiría del emérito, pero aún así le pertenece la llamada legítima, a la que no puede renunciar hasta el día de su muerte. La legítima de una herencia, como se explica en el Código Civil, es la porción de bienes de la herencia que se encuentra reservada por la ley a determinados herederos, llamados por esto herederos forzosos. El Código Civil establece en el artículo 808 que constituyen la legítima de los hijos y descendientes las dos terceras partes del haber hereditario de los progenitores.
Así, por ahora, a Felipe VI le corresponderían 666 millones de euros de los dos mil millones de Juan Carlos. Una vez renuncie irán destinados a la infanta Elena y la infanta Cristina. Este dinero se sumaría a sus más de 2,5 millones de euros.